La Inmigracion Clandestina
(Historias Cortas)
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AUTOR: MOHAMMED MOHAMMED BAKKACH
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Publicado Por: ALJYRA, 2008
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Libro: La Inmigración Clandestina (Historias Cortas) Primera Edición En Castellano: 2008 Autor: Mohammed Mohammed Bakkach Traducido por: Mustafa Bakkali Deposito Legal: 98 - 462 Issn: 1114 - 8640 Fecha De Circulación: 2008 Reservados Todos Los Derechos
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ÍNDICE
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Índice _ Drama Literario _ Patera De La Muerte _ Licenciado En Busca De Inmigrar _ El Ahogado Salvado _ Dos Cadáveres Podridos _ Cruzar El Estrechó _ El Chico Inmigrante _ Patera Sin Rumbo _ Encima Del Mediterráneo.
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Drama Literario
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Estuvo Zaynab viviendo en un barrio popular muy apestoso. Tenía una casa hecha de madera y de chapa, vacía de todo tipo de utilidad para un ser humano, incluso para su sociedad. Tenia nueve hermanos y su padre trabajaba de mozo, nunca volvía a casa con mas de cinco Dirhams. Su madre se encargaba de la casa y la comida, ¿qué cocinaba? Y ¿qué ordenaba? si no tenían qué echarse debajo para dormir, se esparcían en el suelo sin mas. Pasaban los días sin tener algo para comer, excepto algúnú trozo de pan cuando trabajaban sus hermanos en el horno publico. Zaynab era la mayor de sus hermanos, tenia diez años, por dentro, sentía algo que la rompía y su mente adquiría una gran sabiduría. Puede que tengamos los prejuicios de su madurez por lo que se refiere a su comer, beber y dormir, si achacamos la falta de inteligencia a la carencia de la sangre y la mala educaciónó por el desanimo o algunas enfermedades corporales y socioólógicas. Coincidióó Zaynab con el filosofo que vivía en el mismo barrio que ella, después de conocerlo, empezóó a hacerle recados a cambio de algúnú dinero, regresando junto a su madre con dos Dirhams diariamente. Su madre empezóó a aconsejarle que acompañara al filósofo, pero, a condición de que no levantara sospecha de la gente y al margen de las miradas de los que la conocían, de esta manera, atraía al filosofo con algunas insinuaciones. La edad del hombre era el camino y el imponente con que tenia que dirigirse Zaynab, empezóó a recibir clases de lengua, educación, literatura y geografía. Antes de cumplir los dieciocho años, el filósofo ya se dedicaba a enseñar a Zaynab economía, sociología y filosofía, y también algunas sabidurías mentales para orientarle la mente con energía y por último, algunos idiomas. La suministroó con libros valiosos y sabiduría de personajes muy famosos. Cuando le sobrevino la muerte al filósofo, a la edad de cincuenta años, dejando la vida a sus espaldas, hizo que Zaynab se explotara derramando lágrimas y poesías, acercándose al borde de la muerte a causa del llanto. No dejoó el filosofo nada que fuera comestible, solo una carta y tres lápices; además de una deuda por el alquiler de la cueva del mes en que murióó. Antes de que la muerte hiciera acto de presencia, el maestro escribió un testamento a Zaynab que decía : “ Tu, la chica inocente, te aconsejo que cojas todo lo que he escrito para que lo guardes y luego lo hagas saber a la gente, yo no he temido por su distribuciónó, sino, por mi lucha, hacia mis pensamientos libres, porque la necesidad es grande por tener a los pensadores lejos de la presencia de las presiones y la muerte, excepto, la muerte natural, porque ellos valoran los asuntos del presente, lo tratan conduciendo el barco del pensamiento; entonces, mi herencia a ti y para ti, harás dinero con el cual, no tendrás mucha prisa en pagar mi deuda. Te aconsejo que no bajes la guardia ni un solo instante y mantengas la formalidad y rigor en los campos del pensamiento, y hasta luego. Guardo Zaynab lo que heredoó de su maestro, escogiendo el camino para difundirlo. Empezóó a anunciarlo en los periódicos y en revistas tales como: literatura, educación, sociedad y algunos fragmentos de la poesía. Zaynab era la conservadora de la herencia del maestro, firmaba todo lo que anunciaba en nombre del filósofo fallecido. Una vez que la gente leyóo aquello, no tardoó en pedir mas a través de las cartas, las cuales se publicaban y se orientaban hacia los periódicos y las revistas. Los columnistas se vieron obligados a tratarlas y a publicarlas en forma de ayuda a Zaynab. Atendiendo a las peticiones de los lectores, obtuvo muchas ganancias, cumpliendo el deber hacia su maestro. Después de un corto tiempo se independizoó con su producto y aquel de su maestro, sacando una nueva revista bajo el titulo de “expansión”, empezando a anunciar en ella todo lo que quería, pero, esta vez se topo con algunas dificultades por parte de los conservadores y de las leyes. Inventoó filosofía y política. También, escribía sobre su hermana, la mujer en el mundo insistiendo por su pérdida y su dependencia en contacto con la mugre del hombre haciendo de ella una muñeca para su diversiónó. Después de chocar con la gente decadente, cerrándole su revista y quitándole la herencia que le dejoó el filosofo y alguna que otra propia, la llevaron a la cárcel. Sabían los malvados de la importancia del maestro y sobre el éxito de Zaynab en el campo de hacer literatura. Todo lo que tenia era de ellos y para ellos, pues, era una herencia humana y no hipócrita e individualista. Zaynab y su profesor escribían tanto para lo privado como para lo público, por eso, temían por el impacto de la gente por sus almas, caso de Sócrates en su época. La conclusión fue igual que aquello que pasoó a la cultura andalusí de Averíes, quemando sus libros y su cultura. La tenían alejada a Zaynab de cualquier contacto con los demás, porque eran conscientes del poder adquirido tanto en el pensamiento como en la cultura, advirtiendo tenerla en cuenta sin dejar a nadie con ella en la celda para que no pudiera enseñar a los hijos de las prisioneras, prohibiendo herramientas como lápices y papel. A pesar de todo, Zaynab permanecíaó tranquila y serena como un pájaro en la noche, vivía una vida celestial y lo úúnico que no podía hacer entonces era leer y escribir. Tuvo una gran compasión la gente una vez que se supo de su dramática situación por culpa de los malvados. La gente acudía a visitarla dándole todo tipo de ayuda, excepto los lápices, papel y libros, lo cual hizo que la gente se enfadara llenándose de ira. Llegaban a la casa de Zaynab muchísimas cartas desde todo el mundo pero, nadie las contestaba y no había ninguna noticia en el periódico, ni en una sola revista. Todo lo que le paso a la Maestra del pensamiento se supo por los chicos de su barrio, sin embargo, la noticia se esparcióó de una forma muy rápida, convirtiéndose en la profesora de los ójóvenes. La gran sorpresa para ella fue cuando un joven maduro que no podía aguantar aquella situaciónó, viéndose obligado, llenoó el pan por dentro con papeles y dos lápices, entregándoselo a Zaynab en prisiónó en una de las visitas. La operación termino con éxito, así Zaynab podía recibir todo lo que soñaba, casi volaba de alegría al tiempo que empezóó a escribir en los papeles poniendo el nombre del joven Said con una frase corta donde pedía que se llevaran los escritos a las senas indicadas. Cada vez que Zaynab iba al baño, dejaba los papeles en uno de los rincones Con letras que costaba a uno leer, hasta que pasoó las asignaturas del saber a las prisioneras. Y cuando las han pasado a las celdas conjuntas, no pasaban las semanas y los meses sin que una sola de ellas acabara su tiempo en la prisiónó sin que volviera a ser la mensajera de Zaynab. Fueron diez años de condena que tenía que cumplir Zaynab en la cárcel, pero estaba muy feliz con sus escritos secretos, que los pasaba a Said para su revista prometida. Conservoó el joven todo lo que recibía de su Maestra, dejándolo en su corazón y en su alma durante ocho años, hasta que fue Zaynab puesta en libertad antes de cumplir los diez años de condena. Su libertad fue a través de un pacto inhumano, con el objetivo de matarle el libre pensamiento como en la época de Geordano, Bruno y Galileo. Mientras Zaynab iba acompañada por sus alumnos, le pidióó Said que fuera con él a su casa, lo mismo hicieron todos los que acudieron a su visita a la cárcel. Al final se quedo en casa del joven Said, y mas tarde fue recibida por su familia en una ceremonia, tomaron el té en su honor, después se fue Zaynab a un congreso donde al empezar dijo:”Por el nombre de la mente y el vigor; sabed OH vosotros jóvenes que os fijáis en la verdad, que nuestra situación pasa por impedimentos por no tener el libre pensamiento. Que este joven tiene una sabiduría ú útil y en gran cantidad, yo la había escrito para él en la prisión el correo era las entrañas del pan, yo estoy capacitada para hacer llegar a todos vosotros mis conocimientos, que yo misma me ocuparé de impartir en vuestra presencia en un periodo que yo quiero aprovechar, porque son cortas. Así que yo no me callo mi gusto en echarme a la mar para el exilio político. Os aconsejo que no seáis tacaños con los hijos de vuestra patria, y que no los dejéis bajo las pisadas invasoras hasta que les llegue la madurez y se les abran los oídos para el cambio, nunca camina un pueblo con el miedo; coged de la soga de Dios y no os separéis “, en mi opinión, que seáis felices, porque es feliz quién ignora el pánico”. No hay pánico mas grande como la envidia”, yo no me refiero al miedo de los malvados, sino, hago esto por la enseñanza, atrayendo a los victoriosos de la verdad, que nuestra creencia es mundial y nuestra patria es el mundo donde florecen nuestros principios.” Después de trabajar algunos meses obteniendo muchos encuentros culturales se preparaó Zaynab para viajar falsificando el pasaporte, cambiando los rasgos de su cara
con la ayuda del maquillaje y una peluca. Después de despedirse de sus alumnos, suplicándoles que no la acompañaran para que no se supiera de su secreto. Se fue al puerto acompañada por Said, luego se despidióó de él subiendo al barco. Volvióó el joven con sus amigos lleno de optimismo y alegría comunicándoles que todo terminoó bien para Zaynab, aquella noticia tranquilizo a todos. Después se fue cada uno a su trabajo. Paso algo que no estaba previsto para la suerte de la joven, el sujeto era un espía que estaba al mando para vigilar a Zaynab desde que abandono la cárcel. En el momento que vio a la maestra subir al barco, no tardo en avisar a su jefe, luego a sus superiores dándole luz verde para actuar. Mientras el barco iba dejando estelas tras si, a falta de cinco kilómetros para llegar, hubo una llamada al capitán del barco, este último ordeno a su tripulación el cambio de rumbo hacia un puerto de alguna ciudad del país, en donde se hallaba ubicada alguna delegación gubernamental. Cuando supieron los viajeros del caso, se pusieron furiosos maldiciendo por todo lo que había ocurrido. No obstante, al cabo de un tiempo, se pusieron todos contentos al escuchar por la megafonía de que había un cargamento de drogas a bordo, que había que encontrarla, y por consiguiente, coger a los autores, aquello era por el bien y al servicio del interés publico. Cuando se entero Zaynab de los hechos, se preguntaba ¿Puede que sea esto verdad? Seguro que es una mentira, una vez que el barco hubo atracado en el puerto, se presento el espía para identificar a Zaynab con todos los detalles y facilidades a pesar de que su nombre en la lista figuraba como Amina, entonces, la hicieron bajar del barco llevándola, pero ¿A dónde? Se fue el barco a donde tenia que ir. A Zaynab la condujeron a la horca, sentenciándola a la pena máxima sin tener derecho a un juicio justo. Tras ella dejo a los estudiantes conscientes en llevar todo hacia el futuro en mejor rumbo. Murió Zaynab, pero, no su pensamiento. Murió Zaynab, cumpliendo su labor.
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Patera De La Muerte
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Ahmed, era un joven que vivía su segunda etapa de vida, llenaba su entorno con mucha alegría y felicidad. Temía entrar y enfrentarse a otra dura etapa, en la que tenia que ser responsable, con los ojos abiertos, pero, aquellos, se llenaban de bonitas vistas. Su corazón, padecía el temor por su destino, su mente preocupada, no dejaba de construir esperanzas y sueños. Sin embargo, Ahmed no tardo en perder la confianza en su sociedad y su país, se consideraba muy descuidado por ellos; no le hacían caso y tampoco, le reconocían su porvenir. Pertenecía Ahmed a una familia de clase muy pobre, pasaba por una pobreza que rozaba lo absoluto, parecía que su ubicación era de una obligación lógica y normal, incluso Dios no la hubiera mandado, la padecía tanto su sociedad como su estado. Su familia, vivía desamparada, poniendo las manos en una encrucijada de forma asquerosa, sus miembros eran seis varones y cinco hembras, Ahmed era el más chico… Se crió Ahmed en el barrio de Mabrouka 5, en Beni Makada, allí tuvo su infancia, en una calle llena de oscuridad, vecino de una casa de alquiler, sin numero, conocida por su apellido, una casa semejante a las que componían el barrio, era vecino de un hombre que pasaba las noches hambriento y de otros que no dormían a causa de sus preocupaciones. También había vecinos que pasaron su juventud apoyados a las paredes, esperando que llegase el tiempo para poder tener hijos, vehementes y llenos de fuerza que superaba la del fuego, quizás, con ellos, en el futuro, podrían tener un trabajo para ayudarles a salir del drama y de la miseria, y por consiguiente, salir del paro que tenían que aguantar a diario… Creció Ahmed en medio de unas estrechísimas calles, que daban la sensación de haberle agobiado a su propio ingeniero en su imaginación. Aquellas calles, le dejaron un gran impacto por todo lo que contenía y sobre todo en su ambiente. Ahmed adquiría su educación y el respeto jugando a diario en su larga y estrechísima calle, aprendiendo de la sabiduría y las costumbres, según donde y como se media el bien y el mal, así las interpretaciones de los juicios. Si pasas por una de aquellas calles en verano, sobre todo a la hora de cenar, sientes un gran pudor que invade tu cuerpo pero, si eres de los que no respetan ni saben ser respetados, no tardas en tener problemas, o provocas o te provocan, pasas adelante y ves las puertas llenas de mujeres sentadas, ocupadas en sus conversaciones que suelen ser las mismas. Sintió Ahmed un gran agobio al hartarse de tantas promesas vacías y citas falsas por culpa de la decadente educación de su gente. No podía pensar Ahmed en nada que no fuera echarse a la mar del mediterráneo en busca de la otra orilla, su idea era subir a una patera de la muerte, o quizás, una barca de la salvación si lograba llegar a España. Intentaba convencerse a si mismo con la necesidad de experimentar, tal vez le saliera todo a la perfección. Visitaba Ahmed Rmilat para disfrutar con la vista del otro lado del estrecho. Una parada para dar gracias a Dios, el gran creador, y sentirse más alegre, sobre todo si el día era despejado y sin nubes. También iba a Sidi Mnari para evocar sus monumentos y sus historias pero, sin echar mucho reato como en el mirador de Rmilat. Otro sitio donde se tiraba más tiempo era el mirador de Sur Maagazin, en la avenida Pasteur en Tánger, allí, disfrutaba Ahmed con la vista de los enormes montes de Andalucía que parecían querer saludarle, ofreciéndole un libro abierto, lleno de historias de sus antepasados, llenando su mar y su cielo, invitándole a que abandonase Tánger. También le preguntaban por las largas filas en Taaboron Taouilon, en la avenida de Borkiba, pegándose en las paredes del consulado español. Ahí podías encontrar caras de todas las edades, pero ninguno de ellos tenia el sentido de autocrítica. Le preguntaban si aquella gente deseaba dejar su patria por su mano dura, o deseaban ir para pasar sus vacaciones fuera de las fronteras de su país en España, Francia o Bélgica… En forma de despedida le preguntaron diciendo:”OH Ahmed, es cierto que las colas se guardaban de día y de noche sin tregua para obtener un visado y el deseo de aquellos marroquíes en abandonar su país a causa de sentirse humillados, y por consiguiente, huir hacia otro país donde se respeta a la gente y donde no se pasa hambre. O desean pasar sus vacaciones anuales visitando sus allegados. Insistió Ahmed en dejar Tánger con la idea de inmigrar de manera secreta buscándose la vida y preparándose para después cruzar el estrecho a pesar del peligro que entrañaba la aventura. No le quedo a Ahmed más remedio que dedicarse a buscar las redes de tráfico de inmigrantes hasta que las hallo poniéndose de acuerdo con un dueño de una pequeña embarcación, luego fijo una repentina cita junto a otros jóvenes del mismo pensamiento y con la misma finalidad. Eran jóvenes de Kalaa Sraghna y Beni Mellal, que dejaron sus pueblos y sus tierras esperanzados en poder tener una oportunidad mejor y una vida más segura. A ellos les acompañaba una mujer que estaba a punto de dar a luz y que era la cuñada de Ahmed. A la hora del embarque, se fueron todos a Oued Jadid, en la playa de Maní polio, en dirección de Ghandouri. Era casi el alba cuando empezaron a empujar la patera hacia el mar, luego subieron a ella, la cual no era capacitada para tantas personas, pero se hizo grande a través de sus ojos logrando que fuera valida para decenas de personas. Tuvieron que soportar algunas complicaciones para poder mantener el equilibrio, llevando consigo comida, ropa y no pocos papeles en las que figuraban cuantas direcciones para visitar y otras para escribir cartas una vez llegasen a España. También llevaban debajo de sus brazos algún dinero, el pasaporte y corazones a punto de estallar por temor al fracaso. Se fue la patera de la muerte, tal vez, fuese de la suerte y de buena vida desde Sidi El Mnari, con todo el rigor hasta que momentos después, llego a alta mar del mediterráneo en el instante que el mar estaba ocupado con su gran marejada, queriendo batir el récord en descubrir a una roca que no había visto el sol desde hacia miles de años y con ello, dejar a las islas sin agua. Se fue la barca mar a dentro en cuestión de algunas horas, rumbo a Tarifa _Tarif_ perdiendo luego la noción del espacio y con ello, Tánger y sus montañas, tampoco se podía divisar alguna tierra firme ni los montes de Anjra, Ksar Sghir y Tetuán, así los enormes montes de Andalucía, solo se veía mucha agua por todas partes, el cielo y algunas veces escuchar a los jóvenes hablar el Bereber. Durante el trayecto, no les dejaban ni un solo instante unos pájaros que volaban muy bajo buscando comida, creyendo que la patera era un pesquero que llevaba pescado pero, ignoraban que era una patera a punto de caerse en una trampa, en ella, iba gente optimista, ocupada en mirar a los delfines, olvidándose de alguna forma de ella misma y de su realidad… Al cabo de algún tiempo, todos sintieron hambre y sacaron sus comidas, empezaron a ofrecerse entre ellos sus preparativos, al mismo tiempo conversaban en un ambiente amigable rumbo con una sola finalidad y un destino común, alegrándose por el bien y entristeciéndose por el mal. La permanente marea hizo que se descubrieran las profundidades del mar sin que se diesen cuenta los que iban en la patera de la muerte, cuando de repente, brillo el sol, luego el mar empezó a verter sus aguas hacia sus costas para después lograr una enorme marejada, forjando unas grandísimas olas como en época del invierno. Iba la patera en medio del agua azul y en el centro del mar blanco, que hacia miles de años antes, eran un desierto. El sobrepeso que la pequeña embarcación sufría hizo que la fuerza del mar acosara poco a poco su aguante y después su posible hundimiento, ¿a caso aquello era peligroso ¿ Aumento el mar su ritmo hasta que llego a una gran marejada, con ella, la barca subía y bajaba al son del agua y de las olas, llegándose a ver las montañas de Andalucía y la ciudad de Tarifa con sus blancas casas, el lugar, donde habitaron los antiguos caballeros. El mar parecía como si deseara tragarse a todos a través de tremendas olas, que por culpa de las cuales, la patera iba perdiendo poco a poco el equilibrio, inclinándose de un lado a otro, mientras los ocupantes de la barca se agrupaban en el lado contrario para hacer contrapeso y volver a equilibrar la patera por el temor a ahogarse todos o parte de ellos. De repente, como el agua llenaba la patera por dentro, provocando que se mojaran todos, entonces, se dieron cuentan del aumento del peso, y por desgracia, llegaron a estar al borde del naufragio percatándose del grado del problema, empezaron a tirar el agua con el único medio que tenían: usar sus manos y la poca esperanza que les quedaba. Como si la patera sacara fuerzas de su orgullo, empezó a zarpar con más prisa, sintiendo los inmigrantes mucho miedo e invadiéndoles el horror, entonces, cuando empezaron a llorar desconsoladamente confundiéndose sus voces y sus gritos, como señal del rendimiento. Perdió la patera el equilibrio y cayeron todos al agua, salvo algunos que
podían mantenerse a flote, mientras la barca iba inclinándose por todas partes haciendo entrar más agua. Todos empezaron a colgarse entre ellos y cogiéndose de sus ropas para no caerse al agua y quedarse en sus profundidades para siempre, esperaban la mano de algún piadoso pero, solo les quedo a todos esperar la muerte. Sin embargo, en aquel preciso instante, se oyeron unos gritos que soltó el dueño de la patera, todos creyeron que el hombre había encontrado la solución para sus dramas, pero no tardaron en constatar el remedio que les daba el hombre, era incluso peor que la anterior situación: las indicaciones del hombre eran disminuir del peso de la patera y por lo tanto, poder flotar y continuar el viaje sin problemas. Los pobres ocupantes de la patera no tardaron en comprender el alcance del mensaje, convenciéndose de su veracidad, pero. ¿Como podrían ponerlo en práctica? Todos empezaron a mirarse entre si, pero sus miradas no eran inocentes, buscaban algún sacrificado, pero en ese momento todos eran sacrificados y verdugos a la vez. Aquel cambio de parecer fue fruto de querer vivir, o al menos poder sobrevivir más tiempo. Aquello explicaba nuestra intuición como seres humanos, algunos mostraron sus habilidades y sus fuerzas perdiendo su pudor y su virtud, haciéndose valer sus conocimientos en el terreno del terrorismo, no obstante, había otro grupo evidentemente, sin contar a las mujeres, que no hizo ninguna demostración ni una comedia, en ellos se puso la mirada para ser sacrificados. Se prepararon todos para la batalla, cada cual con sus planes y sus trampas, en el momento que el dueño de la patera les llamo de nuevo para que colaborasen, luego saber quién o quienes debían tirarse al agua, a los pobres, les entro en el cuerpo tremendo miedo ante una muerte segura que no tardaría en cogerles sus almas para siempre. Aquello hizo que todos se pusieran nerviosos, haciendo caer a dos bebés, Zakiya y Tamo. Cayeron y se sumergieron con toda la fuerza de sus cuerpos, después flotaron de nuevo para volver a desaparecer, esta vez para siempre. Pecaron de egoísmo y de hipocresía para sobrevivir. Nadie hizo ni el más mínimo gesto para salvarlos. ¿Como iban a hacerlo si todos pecaron de egoísmo y de hipocresía para sobrevivir? Se ahogaron todos los inocentes y sabrá Dios donde iba a echar el mar sus cadáveres. Giro Ali su patera, al instante que todos formaron una gran algarabía, llenos de cólera, recordaron cuando les pidió Ali que tiraran a algunos al agua para que la patera pudiese continuar, con ello, aguantar menos peso y salvarse del hundimiento de la misma. Se ocuparon todos en tirar el agua fuera de la patera, secando sus pantalones y sus camisas. De repente, vieron como una patrullera española venia a su encuentro hasta que se acerco ó justo donde estaban situados. Entonces se alegraron todos, esperanzados en poder salvarse sin pensar si les iban a salvar o al contrario, ahogarlos a todos. Se acerco la patrulla hasta tocar la patera, luego les tendieron las manos haciéndoles subir uno detrás de otro al barco. Luego les sirvieron comida y ropa seca. Al cabo de un tiempo, ataron la patera a la patrullera, y la llevaron a rastras hasta el puerto de Algeciras en España pero a todos ellos, desgraciadamente, derechos a la cárcel…
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Licenciado En Busca De Inmigrar
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Se cansoó la familia de Said de sufrir en su vida durante muchísimos años. Todo era para y por los estudios del joven. Ha hecho lo imposible trabajando duro ayudándose entre si, dejando los ojos en él. Remangoó Said sus brazos y se metió de lleno en estudiar hasta el punto de sentirse mentalmente muy agotado, todo era para satisfacer a sus padres haciendo realidad el sueño de toda la familia. Estuvo dedicando todo su tiempo, sacrificándose para poder ser en el porvenir alguien útil para su pueblo. Quedaba muy poco para coger los frutos, pudiendo pasar todos los exámenes con total aprobado, obteniendo al final un sobresaliente. Hasta ahí todo parecía ir en buen camino, la familia era muy feliz y estaba llena de optimismo, por fin iban a dejar los sufrimientos y los tiempos duros condenándolos para siempre. Empezó Said a buscar trabajo dedicando los doce meses sin obtener éxito, cerrándole todas las puertas, pero aun le quedaba la esperanza por intentarlo otra vez. Todavía le quedaban fuerzas y animo para encontrar un hueco, pero chocaba con otras más cerradas que nunca. La operación duro otro año en la búsqueda para lograr por fin ver una esperanza pero no tuvo éxito viéndose de nuevo sumergido en la desesperación y pesimismo, no obstante, Said no tiraba la toalla, seguía luchando para lograr su finalidad hasta que no podía más, entregándose a la desesperación contagiando a su vez a su familia en un clima dramático y hostil a la vez. Cambio su pensamiento y perdió su afán de luchar por el valor de conseguir la licenciatura quitándole la importancia que antes merecía, después de tanto sacrificio y sufrimiento por llegar a obtenerla maldiciendo a todos, incluso a si mismo y su sociedad, hasta el punto que para él ya no existía la palabra valor. Su pensamiento se convirtió en una maquina de verlo todo negro y nefasto, optando por la única vía, inmigrar de forma ilegal hacia España. El único remedio valido era cruzar el estrecho en busca de alcanzar otra orilla, soñaba con embarcar para pisar las tierras de Algeciras o Tarifa. Todas las tardes iba de una cafetería a otra informándose sobre la manera de inmigrar de forma secreta, interesándose por saber todos los detalles hasta que se topo con un hombre llamado Rowaybida, propietario de una pequeña embarcación, la utilizaba para transportar a los que aspiraban a mejorar sus vidas pasando por grandes peligros y no exentos de la muerte. Partía desde Talaa El Kraa, o Sidi Kancuch a cambio de ocho mil dirhams marroquíes. Empezó Said a prepararse pensando en juntar el dinero que más falta hacia para poder lograr su objetivo. Estuvo encerrado en su cuarto días y noches sin decir palabra como si fuese un mudo, cada vez que entraba alguno de su familia y le preguntaba, no encontraba respuesta hasta que llego el AID el ADHA cuando empezó a dejarse ver, salio de su aislamiento contactando con su familia. En aquellos tiempos tuvo visitas de sus tíos y sus primos, haciendo de él otra persona más alegre, haciendo uso de las bromas con sus allegados. En una de las comidas, y cuando se pusieron todos alrededor de la mesa, hubo dialogo y no más de una discusión como de costumbre en las familias numerosas, pero Said, apenas hablaba, solo lo hacia cuando era necesario, dándose cuenta su sobrina y preguntándole lo que le pasaba, pero, sin tener respuesta ninguna, le preguntaba su otra prima, igual de negativo. Llego el turno de su madre con más insistencia luego, hizo de la suya su padre, hasta que se vio acorralado por las tantísimas preguntas que le hacían todos, le dijo su padre:” Si tu quieres cruzar hacia el país de tus antepasados de la otra orilla, para mi es algo imposible, entonces quítate este tipo de pensamientos “. Se sorprendióó Said de las palabras de su padre porque él no quería que nadie supiera del asunto, sobre todo, delante de su familia. Respondiendo Said”- Esto no es imposible padre, ni es muy complicado, yo tengo amigos que cruzaron el estrecho y ahora están en España felices”-, Le respondió su padre” ¿Cual es el obstáculo que te impide lo que tu quieres?-”El asunto necesita algo de dinero-,” respondió Said, de repente se alzaron las voces y se mezclaron como si fuese una sola voz, se prestaron todos los presentes para cualquier ayuda haciendo del problema una cosa muy simple y fácil de resolver, sugiriendo cantidades de dinero logrando seis mil dirhams. Se volcó la familia de Said en juntar dinero pidiendo préstamos algunos de ellos y otros, sacaron todo lo que tenían guardado, su tío incluso tuvo que vender algunas joyas de su mujer, y su otro tío compro de su padre algunos muebles dejándolo en casa de Said, pero, no lograron abarcar la suma exigida hasta que pasaron los ocho meses. Se entrego Said para inmigrar de forma secreta, es decir, de manera ilegal, contactando con el dueño de la patera, concretando una cita para embarcar la noche oscura del sábado, de esta oscuridad se podría salir y hacerse posible muchos sueños construyendo muchas esperanzas. La noche del viaje, parecía Said bastante animado, estuvo entre su familia preparando su maleta que contenía un pantalón, una camisa y alguna ropa interior. Y cuando llego la hora del viaje, cogio la maleta de su hombro, se acerco primero a sus padres dándoles un beso, luego, saludo a sus hermanos y parte de sus allegados que habían acudido para su despedida. Luego, salio Said de su casa dejando a todos pidiendo por él toda la suerte. Se fue Said rumbo a Talaa likraa, pasando por Sidi mnari, hasta que llego al lugar indicado, allí, se encontró con un hombre de la provincia de Smasra, llamado Rowaybida “, éste, reconociendo a Said por su pinta, se acerco al joven y le pregunta ¿Eres de los que tienen la vista puesta en la otra orilla del mediterráneo? Si, respondió Said -. Cogió el hombre de la mano de Said llevándole hacia la mar, seguidos por un jep y un mercedes, también, iban los empleados de un gran clan de las drogas en Tánger, portando hashish para transportarlo a España amasando una gran fortuna en ovejas, cabras y tierras de cebollas y ajos. Cuando llegaron a la orilla, encontraron allí jóvenes de Tánger, de Tetuán, de Alhucemas y de Nador, la mayoría de ellos dejaron sus pueblos para probar suerte en estas ciudades donde nunca tuvieron cabida para trabajar, optando por quedarse a vivir en Tánger como mejor sitio para cubrir las necesidades, luego, tener suerte en cruzar el estrecho. Una vez en la orilla del mar, hallaron la patera, otros que habían allí empezaron a empujar la barca para adentrarla dentro del agua, entonces, todos empezaron a montarse en ella como si de una catástrofe se tratase. Todos los presentes alzaron las manos dirigiéndose a Dios con sus plegarias y sus peticiones en un silencio absoluto, solo se escuchaba el agua en el momento que iba zarpando la patera dejando atrás la estela espumada, casi no se notaba por el peso, quedándose Said sumergido en sus pensamientos soñando como construir nuevos trazados en su vida, imaginándolo más útil y con más frutos que de antaño en su país. Después de tres horas mar adentro y con una marea alta, había muy pocas luces, parecían como si fueran diamantes tirados, dándoles ansias a la oscuridad vehemente, parecía que no tenían fin, solamente se podían divisar hasta donde llegaba el alcance de los ojos. De repente, se apagaron las luces quedándose en la oscuridad sin igual, solo alguna que otra estrella brillaba en un límite determinado. Se alegro muchísimo Rowaybida por el apagón, a su vez se noto en las caras de los jóvenes animo y alegría, dando muestra de estar contentos, cuando le pregunto uno de ellos al Rais ¿”Dónde estamos señor? Estamos a punto de llegar a Algacira Al-jadra- respondió Rowaybida-. Le preguntaba otro:” ¿Y qué es Algacira Aljadra? Es Algeciras, aclarando Rowaybida. Se pusieron muy contentos al escuchar al Rais, sintiéndose con ganas de bajar, entonces les comunicaba Rowaybida que no era el rumbo que llevaba a Algeciras, sino, a Tarifa haciéndoles saber del peligro si desembarcaban en Algeciras a causa del estricto control en sus playas. Con todo lo acontecido y Said sereno y silencioso, dándole vuelta a las palabras del Rais, sin encontrar ninguna lógica a todo lo que decía Rowaybida con la realidad, de repente, abandono Said su silencio, con la voz alta y fuerte, se dirigió el joven al dueño de la patera :” No estamos a punto de llegar a Algeciras, sino, estamos muy cerca de las playas de Tánger”, Rowaybida no tardo en mandarle a callar a Said, pero Said prosiguió y le dijo a Rowaybida: ” Si estamos de verdad en las orillas de Algeciras, cuando veíamos las luces las tendríamos que haber visto por la parte derecha, o de enfrente, entonces, estamos en las playas de nuestro país”. Se puso el rais de pie dejando que la patera siguiera la corriente del mar, haciendo muestras del enfado para que otros ocupantes de la barca se pusieran a su favor volviéndose en contra de Said _” ¡ Este joven es un mentiroso! - Dijo Roaybida- ; se pusieron todos furiosos amenazando a Said, aquello hizo que
Rowaybida tuviera éxito en sus planes, pero a pesar de todo, Said no se callaba sino, seguía con sus protestas queriendo demostrar a todos que estaban equivocados y engañados por Rowaybida debido a sus inexperiencias en la materia de la navegación y el desconocimiento total de los lugares donde estaban. Se dirigió Said a Rowaybida diciendo –“A mi no me vas a engañar y tampoco te voy a dejar sin castigo”-Se echo Rowaybida encima de Said lleno de cólera para pegarle, pero no tuvo éxito en su intento porque Said pudo tirarle al mar si no fuera porque los otros ocupantes de la patera lo impidieron. Volvió el dueño de la patera al mando cuando Said a su vez volvió a su silencio después de lanzarle otro mensaje que decía:” Vamos teniendo las playas de Boknadel a nuestro lado izquierdo, luego, pasaremos por las playas de Al Adwiyin y Mércala, luego por las de Azhani, Snidak, Dar Hamra, Agla y Ras Bousaboun, así, hasta llegar a Ras Spartel.” `Pasaron algunas horas en medio del mar hasta que llegaron a Mércala por Ras Bousaboun, cuando les comunicaba Rowaybida que estuvieran preparados para el desembarco, les dijo:”- Preparaos que estamos en la playa de Tarifa “- al tiempo que Said le volvía a hacer de nuevo la pregunta diciendo “- Dónde están las luces de la ciudad ¿Es de suponer que las deberíamos de ver del lado derecho o de enfrente, sin tener en cuenta lo que dijo Said, siguió el rais empeñado en buscar algún sitio idóneo para atracar sin que tuviera nadie problema para bajarse de la barca. Poco a poco, se iba la barca acercándose a una roca, cuando les diviso a todos muchos árboles de un gran bosque, dándoles la bienvenida sus robustas y grandes rocas cuales, hacían eco por el fuerte oleaje. Llego la patera a situarse a un metro de profundidad en el momento que el agua en ese sitio estaba serena, les indico Rowaybida a que bajasen, no sin desearles mucha suerte. Empezaron a abandonar la barca con mucha prisa uno detrás de otro, no exentos de tener miedo y el ansia de lograr sus objetivos, solamente, se quedo Said negándose a bajar de la barca invitando a Rowaybida a que bajara con él, pero el hombre le contestó que bajara o le tiraba al agua con fuerza. Al tener Rowaybida la resistencia por parte de Said, se puso muy furioso maldiciendo, luego, cogio un cuchillo y a trancas y barrancas pudo Said quitarle el cuchillo propinándole una patada en el hombro, entonces, le cogio de su ropa, le tiro al agua al instante diciendo: - Quédate tu también en Tarifa, yo voy a volver”-. Estuvo nadando Rowaybida algunos metros hasta que logro cogerse de la madera suplicándole a Said. Una vez subido en la patera, empezó el rais a quitarse la ropa mojada, sin dejar de pensar en el asunto, el cual, le suponía un gran problema, se sentó Rowaybida al tiempo que Said le dirigía la palabra le dijo.”- Me has cogido por un tonto verdad!- No, no, le contesto Rowaybida, luego le dijo Said “- Si tu eres de Talaa Lkraa, hijo del mar, yo también lo soy, pero, aun más, soy experto y conocedor de todas las playas de Tánger, me conocen y si quieres pregúntales a ellas, porque yo he pisado todas sus rocas, por lo tanto, escúchame con atención y ven a tomar el mando de la patera, así que ves por donde yo te diga y te ordene; coge el mismo rumbo de donde hemos venido antes, luego te paras donde te lo diga, por consiguiente, dame mi dinero o te mataré, por dios, que estoy dispuesto a tirarte al agua por segunda vez Al escuchar Rowaybida aquello se quedo muy asustado y nervioso, llamando a todos los que habían ya abandonado la barca para que le ayudasen en contra de Said, pero con su empeño no logro su objetivo, porque los otros viajeros ya se habían marchado adentrándose en el bosque, donde no había sino animales salvajes y jabalíes. Cogio la barca el rumbo por donde vino y Said otra vez pensando en el final de su aventura con el estafador, Rowaybida a su vez, pensando en como podía quitarse de encima a Said. Muy asustado, se sentó en la otra punta de la barca ocupándose en registrar su ropa, saco el dinero y después de contarlo, entrego una cantidad al joven y le dijo”- Toma tu dinero”- No me basta! Le contesto Said, se puso Rowaybida muy enfadado, mostrando un carácter fuerte y amenazador con el objetivo de lograr asustar a Said. No tuvo tiempo para pensar cuando le cogio diciéndole”- Ves, no esta con nosotros nadie, solo dios, a ver si te quedas contento cuando te conviertas en la comida para los peces, tienes suerte de que no te haya dejado ahogarte,”al instante que Said le buscaba en su ropa, encontró una pequeña navaja que luego la tiro al mar, y junto a ella, una gran cantidad de dinero que Rowaybida consiguió engañando a muchos inocentes. Al ver el rais lo que Said encontró, se echo encima del joven, se cogieron los dos de las manos y después del forcejeo, pudo Said coger a Rowaybida del cuello, le tiro al mar diciendo”-No te había dicho que te mataría, entonces, ya estas entre ahogarte o morir”. Nadaba Rowaybida en busca de la barca con todas sus fuerzas, llorando y suplicando a fin de hacer ablandar el corazón del joven, prometiéndole la mitad de la ganancia. Al menos esta vez el rais logro que Said le dejara subir a la barca, estaba temblando de frío y de miedo, en el momento que cogio la cartera de nuevo, saco todo lo que contenía, contó hasta la mitad entregándola a Said, éste, le volvió a contestar que no le bastaba cuando le dijo”- Por lo que hiciste conmigo y con otros inocentes, todo el dinero y tu silencio para siempre, -Nunca me engañarás, yo te lo estoy pagando por igual y no te he hecho daño todavía”. Se fue la barca de nuevo y Rowaybida sumergido en sus pensamientos, llorando, suplicándole a Said, pero, el joven mostraba un carácter sereno y maduro, de vez en cuando miraba al cielo y otra vez, contemplaba el mar, escuchando su diálogo, quizás, lleno de dramatismo y sufrimiento de tantas muertes que causo a los inocentes que no buscaban sino una vida mejor y cubrir sus necesidades. Pasaron horas cuando vieron las playas de Mércala ordenándole Said a Rowaybida que se fuera hacia sus costas, que se adentrara en Kora El Kbira y no parase hasta tocar sus arenas, de repente, Said de manera rápida le propino a Rowaybida un fuerte golpe quitándole todo el dinero que llevaba, se fue corriendo abandonando al estafador a su suerte rumbo a donde él sabia donde llevaba el camino. Cogio Said el camino hacia su casa en Dradeb, lugar más cercano a la playa donde paso su infancia. Una vez en la puerta de su casa, llamo a la puerta con pinta de asustado y nervioso a la vez. Y cuando tuvo la puerta abierta se adentro de forma rápida y brusca olvidándose de saludar a su familia, pero en esto, estaba perdonado, su madre se quedo atónita por verlo de nuevo, así boquiabiertos su padre y sus hermanos. Después de coger el aliento, empezó a narrar su historia punto por punto y su familia sin dejar de salir de su asombro, al fin y al cabo, ya podían dar gracias a dios por ver de nuevo a Said vivo y sano a pesar de todo. Se sentó Said al lado de sus padres, contándoles aquello que le aconteció en su aventura con Rowaybida. Volvió Said con su familia logrando sumar una ganancia que nunca había imaginado y sin que nunca tuviera en sus sueños la cantidad lograda que llego a dieciséis millones de céntimos, volvió con ciento sesenta mil dirhams, junto a ocho mil, les dio a cada uno de los que le ayudaron, su aportación multiplicado por dos. Alquilo después un chalet con un jardín lleno de flores y árboles, con el tiempo, lo convirtió en una escuela para enseñar a los niños, haciendo así un centro de enseñanza, además, adecuo para algunos de sus amigos que salieron de la universidad, un puesto de trabajo logrando olvidarse de los sufrimientos y los malos tiempos, maldiciendo a la otra orilla, esperanzado que su país tuviera un mejor futuro y mejores oportunidades con el objetivo de impedir más muertes inocentes. No era el destino para el licenciado dejar su pueblo Tánger, tampoco, era predestinado cruzar el estrecho para inmigrar de forma ilegal. Said era un joven de los que estaban llenos de optimismo y capacidad, un joven emprendedor solo le importaba trabajar por y para su país y su familia pero, fue atrapado y conducido por el peor enemigo para un universitario parado, el no encontrar un puesto de trabajo y lo más dramático, sin opciones a una oportunidad para lograr su finalidad aunque en sus sueños y sus esperanzas...
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El Ahogado Salvado
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Ghouzali era un joven electecista de la ciudad de Tawrirt, un lugar muy alto del norte del reino de Marruecos, una región en definitiva muy descuidada y mal considerada. Tawrirt fue el sitio que vio nacer A Ghouzali, allí donde paso su infancia, de una familia compuesta de por dieciséis miembros < su madre y su madrastra, su padre y sus trece hijos .Ghouzali quería trabajar de electecista después de obtener su diploma en la escuela de Información Profesional de Tawrirt. Cayo Ghouzali en el paro como a miles de y a cientos de miles de cómo el, entonces eran tiempos duros, sobre todo a los que se consideraban preparados y con sus diplomas o universitarios.Vivian en la pobreza, aprovechados por los que sabían dominar el oficio de meter mano de las arcas del estado lo que pertenecía al pueblo, amasando mucha fortuna. La gran ilusión para Ghouzali era lograr llegar a donde estaba su hermano en Almería, era su ilusión de alcanzar mejor porvenir y un bienestar social prometedor. Se harto Ghouzali estar en Tawrirt de igual manera que pasaba a los que no tenias trabajo ni esperanza para tenerlo, se entero del éxito de algunos que fueron transportados de forma secreta por un tal Soufiani a España… Pudo Ghouzali convencer a sus padres para vender las dieciséis cabras utilizando el factor sentimental adornado con algunas palabras que llegaban directamente al corazón. Se fue el joven a Tánger después de canjear las cabras por un puñado de billetes, abandono su lugar de nacimiento con el presentimiento de no tener ganas de hacerlo, se sentía como si estuviera atado a permanecer en su pueblo, su corazón y su voluntad a se entregaron a dos grandes misterios de la vida tales > El juicio y el destino. En su viaje paso por Nador y Alhucemas, en el trayecto, estuvo fascinado por las inmensas tierras, sus miradas no dejaban de sorprenderse viendo la naturaleza como si estuviera retratada. Árboles de arroz en medio de unos terrenos secos, también, veía los montes y colinas que se quedaba con la boca abierta hasta el momento que paro el autobús en Retama ,allí donde bajo Ghouzali, se dirigió a una cafetería que estaba llena de gente que tenia un especto de estar desconfiada quizás por falta de seguridad. Prosiguió Ghouzali su trayecto hasta Tetuán, el autobús era de los que hacían las rutas, paraba cada un instante para coger a mas viajeros que en su mayoría iban rumbo a Tánger. Iba Ghouzali sentado junto a un joven y en otros dos asientos iban dos jóvenes que parecían amigos que a través de sus diálogos escuchaba como hablaban sobre unos buenos regalos que se daban a los responsables administrativos por parte de los traficantes de droga, eran conversaciones han podido distraer la mente de Ghouzali, incluso, pudo enterarse de otros regalos tan grandes como unos coches de lujo, buenas alfombras y buenos muebles. El joven de vez en cuando se olvidaba de sus diálogos para presenciar otro fenómeno que practicaban los gendarmes cuando paraba el autobús, veía como se llevaba a cabo la practica del soborno sin pudor ni vergüenza, quitándole a una mujer sus mercancías porque no podía pagar. Cuando llego Ghouzali a la ciudad ,se fue en busca de un hostal que se llamaba Sevilla después, fue conducido junto a siete jóvenes de Tawrirt en un mercedes hacia la región de Sidi Mesmodi,el sitio que hasta unos pocos Años Era visitado por gente Sufi que acudían para visitar a santo, pero actualmente ya no la visita casi nadie, aquel santuario siempre lleno de velas y henna,era entonces muy popular por su naturaleza y su elevada ubicación de donde se veía Tarifa, Gibraltar y casi las costas de Portugal.A todos los Tangerinos, Era el mejor sitio para disfrutar que con el tiempo le pusieron el nombre Mister Modi referencia a un tal inglés... Los jóvenes fueron conducidos hacia la costa como de un rebano se tratara, fueron llevados a través de un bosque lleno de plantas espinosas y senderos muy complicados, nadie de ellos se salvo de tropezar y caerse. Su objetivo era llegar a Carian coincidiendo con una oscura noche, de allí donde pensaban partir, un lugar amplio que según nuestros padres era una Montana que en la época del protectorado español sacaban de elle las piedras para construir el puerto de Tánger convirtiéndola a una llanura… Aquel lugar cuando soplaba el levante era el sitio de los pescadores según ellos, allí donde se escondían los peces, en sus profundidades vivían unos enormes peces que daban mucho miedo, sacando sus cabezas del agua para cazar por medio de algún olor, también, era una buena playa para disfrutar nadando en sus aguas trasparentes y limpias. Pararon un instante para descansar y recuperar un poco de fuerzas, en el momento que todos se quedaron sorprendidos mirando a la costa y al mar, unas vistas que nunca habían presenciado antes, reinaba un solemne silencio y una gran serenidad, limpieza y transparencia. Delante de ellos había un mar sereno, a su derecha y su izquierda unas enormes rocas, arriba veían muchísimas estrellas que parecían viajar a través de la atmósfera, brillando encima de ellos con sus luces, quizás les estaban advirtiendo que fueran cautos pero ellos no se daban cuenta de ello. De repente empezó Alhaduti a quitarles sus carnés y los que no quería entregarla le pegaba de una manera bestial luego se la quitaba con fuerza, los tranquilizaba diciendo se las mandaba a sus familiares. Subieron a bordo de Samya partiendo no exentos de un tremendo susto en sus cuerpos quitándose unos a otros algunos sitios en la patera con fuerza fue la patera zarpando y dejando atrás estelas de espumas blancas portando a gente humilde con unos buenos corazones, jóvenes que necesitaban un buen cuidado, pero fueron engañados por su inocencia, sin tener piedad de los traficantes, aquellos que solo les interesaba el dinero y otros que no se escatiman en soltarlo de manera fácil a cambio de mejorar sus vidas sin hacer daño a nadie… Duro la patera zarpando aproximadamente una hora cuando de repente empezaron a elevarse de forma exagerada, al principio, parecía una marejada bastante normal y suave, pero se fueron subiendo al son de las maneras altas .Para salvarse, se necesitaba mantener la patera a flote pero su capacidad idónea para aquel tipo de fuerza, empezó la barca a inclinarse de un lado a otro perdiendo su equilibrio y con ello, todos que estaban a bordo tirándose al agua para poder salvarse y no ahogarse en el momento que el agua del mar estaba muy fría y donde había mucha profundidad. Después de tirarse al mar todos pensaban que allí el agua no cubría, pero no tardaron en sumergirse en fondo del mar, no obstante, al cabo de unos segundos pudieron asomarse sus cabezas del agua en busca de una bocanada de aire, sus gemidos daban señal de haber tragado agua salada llenándoles sus estómagos. Por desgracia, no todos sabían nadar, era evidente que iban a estar más cerca de la muerte en cualquier momento, solo el capitán de la barca nadar. Aquellos jóvenes no estaban entrenados ni tener conocimiento de poder mantenerse a flote durante algún tiempo, todos iban pegados entre si que para algunos no tenían más remedio que agarrarse a algo, se cogieron unos a otros provocando que se fueran todos al fondo del mar y después subían de forma individual en busca de salir del agua para respirar. El drama duro lo que ellos podían durar aguantando, asta que se flaquearon sus fuerzas, solamente pudo mantenerse el dueño de la patera porque sabia nadar. Estuvo Ghouzali practicando todo tipo de técnicas posibles hasta que se topo con un madero que pudo agarrarlo cuando lo único que podía ver era el cielo, era una madera que Dios se loa mando, iba flotando al son de las olas y las mareas, su intención no era inmigrar ni buscar una residencia. Tuvo Ghouzali la idea de convertirla en una barca sin pensar ponerle un nombre como Samya, la madera era el sustituto de su patera tragada por el mar, era entonces su rumbo y su esperanza a pesar de que algunas veces lo llevaba a ver el fondo del mar, pero ¿qué remedio? No le quedaba más que aquel trozo de madera como medio de salvación. En el momento que iba agarrado se dio cuenta que había otro compañero que intentaba coger de la madera haciendo que se sumergiera otra vez, pero Ghouzali pudo volver a flotar agarrándose e la madera, pero no volvió a ver a su compañero. Después de algún momento escucho Ghouzali como daban voces algunos de los que iban con él en la patera debatiendo entre la vida y la muerte en presencia de sus ángeles; uno decía”Allah, allah, otro decía:” solo hay un Dios, el tercero:” hijos míos hijos míos”, y el cuarto decía “madre mía, madre mía”… Al cabo de un instante, reino un silencio aterrador alrededor de Ghouzali mientras seguía cogido al trozo de la madera, cambiaba de un lado u otro según el movimiento de la madera, en aquel momento estuvo Ghouzali entregado a su destino, luchando para sobrevivir vio como se le acercabas un barco mercantil para salvarle tirándole un remo. El dueño de Samya fue sacado del agua en el instante que casi iba a morir, no tenia mas fuerzas con que luchar y a causa del frió que lo empezaba a congelar. Gracias al barco, fue salvado de una muerte segura… Se fueron
los salvados en el barco rumbo alo puerto de Tánger, pudiendo Ghouzali pisar tierra firme después de probar el trance de la muerte. En Tánger, sintió una gran alegría por salvarse gracias la voluntad de Dios… Se había escrito en la vide de Ghouzali una nueva manera de vivir, en el mar, quedaron los momentos dramáticos llegando a estar cerca del más allá. Se fue Ghouzali a su pueblo con un corazón encogido pero feliz gracia a Dios, salvado…
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Dos Cadáveres Podridos
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Tras el destierro desde Al Andaluz y tras las matanzas y las humillaciones que padecieron los musulmanes de Granada, Córdoba, Sevilla y Zaragoza… Se fueron muchísimos escapándose de la inquisición que perseguía a los musulmanes que se vieron obligados a huir dejando sus tierras, sus costumbres y su civilización a causa del terror. Eran musulmanes y judíos que tuvieron que cruzar el estrecho en busca de otras tierras en Marruecos. El asentamiento social del abuelo Beni Boufrah en Torres ocupando tierras y manantiales hizo que formase una gran familia, que a través de los siglos se fue creciendo poco a poco hasta que se convirtió en un pequeño país. El sentimiento y la tremenda vehemencia hicieron que algunos de ellos se sintieran atraídos por cruzar el estrecho de nuevo pero hacia España en busca, en definitiva del trabajo donde habitaron sus antepasados. Asan y Salim se crearon en el pueblo, eran campesinos que solo en sus mentes cabía el pensamiento de trabajar cuidando de las cabras y ovejas. Al cabo de algún tiempo, Asan y Salim cambiaron sus tareas del campo por otro trabajo que resultaría con el tiempo más duro e inseguro a la vez. Adquirieron una pequeña embarcación para echarse a la mar con la idea de trabajar como pescadores, acordando el día y la hora en el puerto de Torres allí donde dejaron la patera atracada. Pasaron muchos anos y los dos campesinos vivían de lo poco que pescaban a cambio de un ridículo precio que no les llegaba ni a cubrir los mínimos gastos, a raíz de aquello los dos tuvieron que separarse, Salim cogio el rumbo a Tánger para ver a su familia en el barrio de Sidi Boukhari, mientras Asan se quedo en el pueblo, algunas veces trabajaba de pescador y otras en tareas del campo como de antaño,.Sin embargo, de tarde en tarde iba a Targuist y Alhucemas en busca de algún trabajo que con el tiempo pudo enterarse de algunas aventuras de inmigrar de forma secreta e ilegal cruzando el estrecho hacia España, pero él nunca había presenciado ni tuvo contacto directo con alguien en este tipo de experiencia. No obstante, a Asan le atraía el tema por el cual, dedicaba horas y horas hablando con otros jóvenes del pueblo fenómeno de cruzar el estrecho para trabajar en España, haciendo extender el tema a otros pueblos. Cuando llegaba el verano y volvían los miles y miles de inmigrantes para pasar sus vacaciones junto a sus familiares, más se sentía empujado Asan en poder realizar su hazaña sobre todo, viendo como sus paisanos volvían con buenas ropas y buenas ganancias obteniéndolas en un pequeño periodo de tiempo. Se cayo Asan en la trampa sin que fuera consciente ni capacitado para afrontarlos, ignorando el verdadero drama después de los desastrosos resultados que siempre terminaban en encontrarse la muerte. Para Asan, el gran culpable era su propio entorno social, su pensamiento solo le acordaba la dramática situación que padecían todos los jóvenes del pueblo y con algunos de ellos puso la mano a la obra para inmigrar. Se estableció Salim en Tánger trabajando con dureza en la obra que con el tiempo, llego a ser uno de los mejores profesionales, adquiriendo una gran experiencia pero su saldo se quedo en cuarenta Dirhams a pesar de todo. Pasaba Salim sus ratos libres entre las cafeterías de Marchan y Jamaa contactándose con sus vecinos que con el tiempo, descubrió el drama de algunos grupos de jóvenes, perdidos en el tiempo y lo único que era ellos, era el espacio donde se solían pasar horas y horas en las puertas de sus casas, incluso, algunos llevaban mas de treinta anos en la misma situación. Este tipo de juventud, pasaba su tiempo fumando el Kife y Hashísh con el objetivo de olvidarse de sus problemas, quizás, de si mismos dejando de lado a su sociedad y su país, pero lo único que habían podido crear fueron los chistes y las parodias sobre las promesas de algunos políticos de su pueblo. Eran, en definitiva jóvenes con títulos académicos y universitarios y con unos corazones llenos de fuerza pero con una carencia administrativa tremenda. Supo Salim de ellos muchas cosas, sobre todo el oficio de traficar con jóvenes haciéndoles llegar a España a través de una patera desde las playas de Márcala; el viaje se organizaba primero por tierra luego juntándose en Alksiat adentrándose en su rió de darro pasando un enorme puente que construyeron sus padres en aquellos tiempos cuando Tánger era internacional, Tuvieron que atravesar todo tipo de suciedad y respirando sus olores a podrido para después de cientos de metros, llegar a donde estaba la patera preparada para partir. Preparo Asan junto a otros jóvenes de sus pueblo lo mas imprescindible para viajar después de pensar bien en la tacitita, estudiando con detalle todo el proyecto para cruzar sin tener que toparse con los problemas hacia Italia que a pesar del largísimo trayecto que separaba los dos continentes se sentían aliados del mar… En una noche oscura decidieron partir desde la Isla Badis, el mar parecía querer tragar la patera, estuvieron navegando hasta el amanecer, pasaba un día, otro día hasta que perdieron la noción del tiempo, ni Asan ni los que iban a leer su historia podían controlarla. En el trayecto, todos se intercambiaban sus ideas, conversando en un tono amigable y tranquilo, llenos de alegría, sus sentimientos no podían ocultar el afán de construir un porvenir, lleno de prosperidad y buenos sueños. Mientras estaban ocupados en sus menesteres, se le noto a Asan que se encontraba mal, todos sus amigos se dieron cuenta el asunto cuando uno de ellos le pregunto; ¿Qué te pasas Asan '? Nada, le contesto, luego prosiguió su amigo le digo: ¿Hay algo que te preocupa?-“no dais cuenta de lo que viene en vuestro encuentro respondió Asan. Acaso ¿hay algo? Contestaron sus amigos. A raíz de aquello, les explico Asan diciendo:”El que viene hacia vosotros no me tranquiliza, por lo tanto, debemos volver rápidamente”.Cogio Asan el timón de sus barca la hizo girar a otra dirección para poder ver alguna tierra firme, al mismo tiempo que sus amigos estaban sumergidos en un gran alboroto sin saber si era mejor ir adelante o volver para salvarse, de repente, hubo un silencio absoluto a causa de los movimientos bruscos de la patera, por lo tanto, era obvio que el mar estaba subiendo, con él unas olas espumadas empezaron a acercarse por culpa del viento desgarrador que soplaba del Este que al cabo de un tiempo hizo volcar la patera y con ello cayeron todos al agua. Se ahogaron todos aquellos que no sabían nadar salvo Asan y algunos de sus compañeros pudieron mantenerse a flote pero, no podían mas a causa del frió congelador. Se ahogaros todos: la barca, Asan y todos que estaban con él sin que ninguno se salvara. Partió Salim después de tres días de la muerte de su intimo amigo Asan, partiendo hacia la otras orilla atravesando los dieciocho kilómetros que separaban las costas de Tánger con las costas ce España, el punto de partida fue desde Márcala, dejando atrás sus familias, sus allegados y sus amigos, todos aquellos les desearon buena suerte. El viaje no duraba demasiado por el corto trayecto que existía, solo tenían que emplear una noche para lograr el objetivo: pisar las tierras de sus antepasados en Tarifa. Estuvieron unas cuatro horas navegando en alta mar pendientes de si saliera alguna patrulla en su encuentro, sabían de antemano que las patrullas trabajaban de día y de noche. Al alba y con la luz de las estrellas vieron como una patrullera española les estaba aguardando, Abdelaziz hizo parar el motor de la patera al instante que reinaba un silencio aterrador para no despertar la sospecha de los patrulleros y con ello, salvarse de ser detenidos y condenados, pero la patrulla con su técnica avanzada, se acerco hasta donde estaba la patera utilizando unos enormes focos convirtiendo la oscuridad de la noche en un día soleado. Empezó a dar vueltas alrededor de la barca provocando unas enormes olas y unas corrientes de agua exageradas haciendo al final que la patera se hundiese después de perder el equilibrio. Se sumergió la patera poco a poco sin que los patrulleros parasen de dar vueltas, no lo hicieron hasta que vieron como el mar tragaba a todos los estaban en ella. Se fue la patera al fondo del mar con todos sus ocupantes de manera muy rápida. Paso una semana completa desde la muerte de Asan y cuatro días desde la muerte de Salim. En una mañana de un viernes echo el mar un cadáver en la playa de Márcala en Ghandouri, y otro en la playa de Mrisat. Cogieron a los dos cadáveres después de ser imposible su identificación; dos cuerpos sin ropa camino al velatorio en el hospital Dock De Tofal luego al cementerio de Moujahidin. Depositaron los dos cuerpos podridos y perdidos a la espera de que acudiese alguien de sus familiares para poder enterrarlos. Siempre en un entierro, iba mucha gente, incluso barrios enteros, a otros muertos al menos los acompañaba gente que le gustaba hacer el bien y ayudar lo que podían a los que no tenían a nadie. Pero de los cuerpos descompuestos de Asan y Salim nadie parecía importarle de forma humana. Duro la espera sin que nadie se presentara a reclamarlos hasta que empezaron a prender un fortísimo olor a
podrido, era lógico que se enterrasen a los cadáveres acompañados y reconocidos por sus familiares; tenían la preferencia en ser reconocidos y con derecho a ser enterrados con dignidad, pero lamentablemente, no reconocer la dignidad de aquellos jóvenes que tuvieron que aventurarse con sus vidas en busca de una vida mejor. A la puesta del sol, al fin pudieron llevar a los dos cadáveres para enterrarlos uno al lado del otro como de dos buenos vecinos se tratase cuando Vivian en su barrio cerca del pueblo de Beni Boufraa.
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Cruzar El Estrechó
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Ouled Ali, era un pueblo que se extendía encima de una colina de donde se podía contemplar Oued Almajazin; el lugar donde nació un chaval campesino que le pusieron sus padres el nombre, Hamo, allí tuvo su infancia hasta que se convirtió en un joven trabajador y emprendedor, querido por sus amigos del pueblo, Hamou era un muchacho serio y alegre a la vez concentrado en las tareas del campo, cultivando y sembrando con gran maestría, y esperanzado en obtener frutos con el sudor de su frente. Paso Hamou su infancia y su juventud ayudando a sus padres con total dedicación y con ganas de cuidarlo todo sacando muchos frutos para su propio abastecimiento, incluso, se permitía el lujo de exportar grandes cantidades a otras ciudades donde vivía gente demasiado floja y vaga para trabajar. Después de algunos escasos anos del siglo veinte, cambio la vida en Ouled Ali, al mismo tiempo la de todos sus jóvenes por causa de una larga sequía que azotaba aquella región. Todos los habitantes se sentían como unos verdaderos inútiles y unos parados obligados a no poder hacer nada en contra de la naturaleza. Algunos de ellos, tuvieron que aceptar el destino aguantando la realidad, esperanzados en que algún día llegarían los buenos tiempos y con ellos, la prosperidad para todos, pero, siempre que el cielo lo remediara. Otros, optaron por exiliarse a otros lugares con mas oportunidades, desempeñando diferentes trabajos para sobrevivir, también, hubo gente que busco mejor suerte inmigrando hacia el norte y otros hacia el sur. A Ksar El Kebir se fue Hamou en busca de hallar algún puesto de trabajo, pero, no tuvo suerte, pasaba su tiempo paseando por sus calles, o sentado en una silla de alguna terraza que tenían las cafeterías, que siempre estaban repletas de gente; señal de una sociedad donde predominaba el mayor porcentaje de parados. A veces, Hamo se ponía a ver pasar a los transeúntes, contando sus pasos, y un día tuvo la idea de dejar la ciudad, pero, no sabia a donde. En una noche, pudo Hamo juntarse con algunos traficantes para poder trabajar como transportista de bultos, llevándolos desde Ktama hacia el sur de Marruecos, pasando por Ksar El Kbir. Estuvo con ellos toda la noche escuchando sus diálogos, y a veces se quedaba perplejo por la forma en que hablaban, incluso, tenían un lenguaje muy particular cuando trataban con los clientes, de repente, en una conversación surgió el tema de inmigrar al extranjero clandestinamente, cruzando el estrecho desde Tánger como punto de partida. Se sintió Hamo orgulloso de poder realizar su hazaña y lograr pisar el suelo de la otra horilla. Mientras hablaban, se fue Hamou con su imaginación construyendo su porvenir a la medida de su nivel intelectual como humano, y merecedor de una vida digna para vivir mejor…Aquello, pasaba por alcanzar la otra orilla del Mediterráneo pero ¿como se podría alcanzar? Pudo Hamo conseguir el pasaporte pero, no antes de pagar su precio en oro, mejor dicho, igualando su peso de la única vaca que quedaba y eso fue después de convencer a sus padres para venderla. Aquella vaca sobrevivió a una mala enfermedad que no era de la denominada» vacas locas”, con ella vendieron un trozo de tierra que tantos frutos había dado a toda la familia a pesar de que las tierras ya dejaron de tener su valor a causa del desvió de las aguas de Oued Almajazin. Los cuentos de Hamo pudieron con la resistencia de sus padres, sobre todo, aquella historia sobre algunos de sus paisanos que regresaban con mucho dinero, coches y buenas ropas, no en vano, existía un pensamiento generalizado por lograr dinero sin pensar en los sufrimientos y los peligros que podían haber pasado y soportado, dejando sus tierras y sus gentes para inmigrar. Viajo Hamo a Tánger en busca de quienes iba a juntarse la noche del desastre y la locura llegar a Tánger, empezó a buscar una dirección en el barrio de Beni Makada, este barrio fue muy conocido en la guerra del golfo entre Irak y los países aliados, también, fue conocido a través de los acontecimientos de la huelga general, haciendo eco de ello los periódicos locales de Tánger y nacionales, llenando títulos donde figuraba un joven condenado por quemar el Banco Popular y la Unión Marroquí de Bancos, y destruir la Caja General. Aquel joven conocía a los que traficaban con los ilegales volcó Hamo en buscarlo hasta que dio con su paradero en una cafetería donde no había sino una gran cantidad de gente entre una gran humareda de tabaco, Kife y hashish, el lugar parecía como si fuera una tensa niebla que impedía reconocer las caras de los que estaban presentes. Después de darle dos besos, se sentó Hamou con el joven, el encuentro duro bastante tiempo, entre las charlas y el té, que luego se juntaron con otros jóvenes que portaban diferentes mercancías para venderlas, sus clientes eran de diferentes edades, algunos compraban cigarrillos americanos hechos con productos químicos como los que se usaba para matar los insectos; otros compraban el Kife preparado para el consumo que llaman algunos por Ksimat y otros, lo compraban en forma de hierba para después prepararlo según sus gustos. También, vendían cocaína y algunos fármacos hechos para los enfermos mentales. Cuando ya era de madrugada, se fueron Hamou y su amigo apodado Gorram a casa de este último distribuida una en sala de estar, una sola habitación y un retrete cuarto de baño que carecía de puerta, tan solo lo apañaban con algún trozo de tela mientras lo usaban. Ya estuvo Gorram al tanto del dinero que portaba Hamou, era el precio que tendría que pagar para su travesía a España, pero, Gorram era de los que sabían guardar un secreto, tampoco de los que engañaban a la gente, como lo iba a hacer con su amigo, al contrario, le aconsejo a Hamo a que no lo comentase con nadie. Por la mañana, pidió Gorram a Hamou a que le acompañara a una cafetería en la avenida de España, al lado de la playa del centro de Tánger y cuando llegaron no encontraron a la persona que buscaban, su nombre era Tayeb, después le pidió a Hamo a que se quedase en la cafetería hasta que apareciese Tayeb, instantes después, regreso Gorram solo cuando le dijo a Hamou:”No te preocupes yo sé donde encontrarlo a medianoche”. _ ¿Hay otro como Tayeb? Pregunto Hamou. “¿Mira a tu alrededor, observas algo? _Yo veo jóvenes con pinta de viajeros”. _”Son jóvenes como tu que quieren cruzar el estrecho”. _ ¿Tu conoces a los hombres que les están hablando? _”Si, pero no me fió de ellos raíz de aquella conversación se puso Hamo un poco nervioso y algo desconfiado con su amigo Gorram, éste, al darse cuenta le dijo.”Si quieres, yo puedo hacerte un contacto con ellos”_ ¿Yo puedo a través de ellos cruzar el estrecho hacia España? pregunto Hamou, luego le contesto Gorram diciendo:”Yo no te puedo asegurar nada además, me estoy dando cuenta de que tu ya has perdido la confianza en mi” Se sintió Hamo lleno de vergüenza al escuchar lo que le dijo su amigo, además Gorram pudo sacarle a Hamou de su espejismo cuando le dijo:”Yo quiero que tu tengas un viaje seguro y con total garantía, lo único que quiero es verte subido en el barco Nawras o Alkirsh, deseo que puedas ir escondido en uno de estos barcos para que llegues con total seguridad, luego te bajes con algunos de mis allegados que te dejarían en Algeciras en silencio como si fueras un empleado mas del barco entonces podrás pasar la frontera no sin tener buenos consejos”.Las palabras de Gorram hicieron que Hamou sintiera mas tranquilo y mas amigo de él, aceptando todo lo que su amigo le aconsejaba. Por la noche se fueron los dos a casa de Tayeb que al llamar a la puerta les abrió con mucha cortesía, respeto y hospitalidad, después de algunos momentos, empezó Gorram a contarle a Tayeb el asunto de Hamo de cruzar el estrecho de forma secreta, sin embargo, cuando le llego el turno a Tayeb de hablar, contando con lógica los problemas que conllevaba inmigrar a España, después, el drama del sufrimiento y los peligros que podía encontrar, casos reales llenos de dramatismo y con finales fatales para la mayoría de los que lo habían intentado. Las palabras de Tayeb iban dirigidas a Hamo para que se diera cuenta del peligro de una posible aventura que siempre termina de una manera dramática la tercera historia, le dijo Hamo a Tayeb por qué ¿los que están allí viven bien?-no es verdad!-le contesto Tayeb. ¿Como? _”Los españoles tratan a los sin papeles muy mal, o te meten en la cárcel o te mandan otra vez a Marruecos, aquí, en Tánger, tenemos Satfilage; el único que les recibe, a estas palabras no podía aguantar Gorram cuando le dijo a su primo Tayeb:”Este es mi amigo, paga un precio para cruzar, yo no dudo de tu poder, sé que puedes facilitarle su travesía si él quiere aunque yo no quiera, pues llévatelo al barco y luego hazle bajar en Algeciras, pero no le cobres ni un Dirham”. Como Tayeb nunca le negó nada a su primo, acepto el asunto de inmediato fijando una cita con Hamo que concuérdala con el horario de su trabajo. Llego la hora en el momento que se fueron Hamo y Gorram hacia el puerto de Tánger, allí, estaba Tayeb en la entrada de barco esperándoles.
Después de la despedida, se metió Hamou en el barco con una cara de felicidad que no podía disimular, sobre todo, cuando el barco empezó a alejarse del puerto zarpando hacia Algeciras. Tayeb era un hombre muy respetado entre sus compañeros de trabajo, tenia mucha personalidad, pero, a pesar de todo, el respecto era a costa del interés de cualquier ayuda que podía llegar a través de Tayeb a algún inmigrante perdido, sus compañeros de trabajo se llenaban los bolsillos a espaldas de Tayeb que siempre ayudaba a cambio de nada. Tayeb pidió a Hamo que fuera él a una habitación, donde cambiaban sus uniformes los empleados, el tema era que Hamou pasase desapercibido, incluso, izo como un empleado, sirviendo a los viajeros, pero al menor problema, tenia que aislarse en un lugar donde transitaban solo los autorizados y los trabajadores. Todos se paraban de vez en cuando para cambiar impresionen, sobre todo hablar de los inmigrantes ilegales. Era una costumbre entre ellos discutir, aconsejar y si fuera posible sacar algún dinero fácil. Uno de ellos dijo:”Cuanto, mil Dirhams cada uno? otro dijo:”Dos mil?,era la única conversación quizás, la mejor de cada día, se juntaban para quitarle lo poco que podía tener algún inocente que pretendía llegar a España costara lo que costara. Cuando quedaba una media hora para llegar a Algeciras, llamo Tayeb a sus compañeros de trabajo cuando les dijo:”No es un trato como de costumbre, sino es un tema que concierne a un familiar, entonces, no podéis esperar nada a cambio”,al escuchar los presentes el comunicado de Tayeb, empezaron a mirarle de otra manera, y lo mas grave, perderle el respeto y dudar en su palabra que tanto confiaban, todos cambiaron de parecer hacia la persona de Tayeb que cinco de ellos se llenaron sus caras de ira y enfado. Al atracar el barco, todos empezaron a cambiar sus uniformes con bastante prisa, excepto uno que mostraba un carácter frió y un aspecto de una persona calculadora, se le noto que estaba bastante nervioso tramando algo que solo Dios podía saber. Aun estaban en la habitación cuando salio el malvado que apenas unos segundos volvió con un policía secreta y sin mediar palabra, esposo a Hamou para después bajarlo del barco al tiempo que bajarían todos los viajeros, el policía quería que lo vieran todos sus paisanos y con ello, su mala fama. Todos que viajaban en el barco se enteraron del asunto y vieron como el policía cogia de la mano derecha esposada de Hamou, a pesar de todo Hamou se mostraba muy tranquilo y sereno quizás, estaba como si hubiera tomado alguna droga que en un instante no podía mantenerse de pie, le costaba caminar, y de repente, se puso furioso abandonando su serenidad, se abalanzo sobre el policía como de un animal salvaje se tratara, sin saber qué podía hacer ni qué iban a hacer con él. En aquel momento, de rabia empezó a moverse inclinarse como para soltarse de la mano del policía pero, no tuvo éxito, cada vez que usaba la fuerza mas le apretaban las esposas. A Hamo no le quedaba mas remedio que arrastrar consigo al policía inclinándose hacia el mar que luego, cayeron los dos al agua. Hamo se tiro al mar sin saber lo que iba a encontrar unos instantes después. Todos los presentes empezaron a gritar y a correr de un lado a otro en una situación dramática y embarazosa, intentando salvar a los dos pobres hombres pero, no hubo tiempo, el policía se empeño en mantenerse nadando, pero el drama estaba en que Hamou no sabía nadar. Los dos se ahogaron ante la mirada de todos sus paisanos. Se ahorco Hamo en el mismo puerto de Algeciras dejando atrás a sus padres esperando su carta o su regreso, imaginando su bienestar junto a su hijo. Dejo Hamo sus padres en Ouled Ali esperando sabe Dios cuanto durara su espera…
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El Chico Inmigrante
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Muha, era hijo único, un muchacho que aún era un crió que pasaba su niñez en su pueblo de Rachidiya, en donde, recorría las fascinantes tierras del Sahara; un desierto lleno de plantas espinosas y de palmeras llenas de dátiles. No obstante, en esas inmensas tierras, se extendían unos oasis de un precioso verdor que hasta los pinceles de los pintores eran incapaces de describir o dibujar. Muha era un muchacho que andaba en medio de gatos y perros, también, era un pastor que cuidaba de camellos y cabras desde que era un crió. Muha era conocido por su elegancia, lleno de inocencia y con un corazón limpio y una mente muy despejada. Entro a la escuela con el convencimiento de luchar por su analfabetismo, pero no pudo seguir en su afán de un buen alumno porque no hallaba a quien le podía animarle a seguir los estudios y la lectura. A pesar de todo, pudo conseguir saber al menos escribir su nombre y con mas dificultad, su dirección. En los verano, llegaban a Rachidiya los inmigrantes que traían con ellos muchas novedades consideradas en sus formas de vestir como sus buenos coches sus niños se permitían el lujo de tener unos caramelos y chocolatinas y Muha por suerte podía degustar cada vez que se le ofrecía. El sabor de aquellos caramelos hacían que Muha se sintiera muy mimado y con ganas de saborearlo cada instante. Estaba vehemente en poder escuchar noticias hasta que se metieron en su mente ideas que con el tiempo, las construyo en su imaginación para convertirse en unas visiones que tenia siempre en su sueno y cuando estaba despierto. Empezó Muha a sentir cambios en su forma de ser en el momento que empezaba su delicada pubertad, asomándose a una nueva etapa de su vida comparado a un aventurero que pretendía saltar un muro. Aquella situación le empujo a frecuentar algunas reuniones ir a algunas cafeterías para escuchar a jóvenes que en sus diálogos, no dejaban de hablar de España, Francia, Bélgica e Italia. Sus conversaciones eran sentimientos hacia la vida y la felicidad. No cesaba Muha de preguntar por su felicidad y su esperanza, y a menudo decidía probar su aventura, pero, se sentía incapaz y asustado. No se atrevía a juntarse con los mayores cuando discutían y siempre le humillaban negándole que estuviera en sus reuniones por su corta edad. Tenia mucha insistencia en recabar las noticias hasta que logro su objetivo a través de su curiosidad para tener muy claro el asunto de inmigrar de forma secreta, al menos tenia la evidencia de cómo podía aventurarse en una experiencia después de que los mayores de Rachidiya se la dibujaran en su menté, imaginando a Tánger, haciéndose unas ideas en su pequeña cabeza sobre sus avenidas, su puerto, y su estrecho. Un día, comunico Muha del asunto que pretendía a su padre haciendo que éste se pusiera muy furioso llegando a pegarle en su cara, cogiéndole por las orejas le propino una buena paliza. Muha era para él uno y único, su esperanza era poder dejarlo como heredero para continuar en las tareas del campo; las siembras y las recogidas. No podía aguantar cuando se hablaba de tener a su hijo lejos como podría asumirlo si fuera una realidad? Lo desvelo a su madre en el instante que quedo inconsciente por el impacto de la noticia. Muha era un joven muy ambicioso, insistía en probar todo lo que veía y presenciaba sin que notara ningún impedimento. Sin perder más tiempo, se volcó en reunir el dinero para su próximo viaje. A la hora de coger los huevos, Muha guardaba algunos hasta que logro sumar decenas que después los vendió en el zoco cuando sus padres no estaban. Preparaba su viaje con toda la esperanza y optimismo sin que nadie se diera cuenta. Llego la hora decisiva para el viaje cuando todo estaba preparado logrando todo que necesitaba desde Rachidiya hasta Tánger, llevando consigo cincuenta Dirhams a parte el billete de ida. Se escapo una mañana de su pueblo en busca del autobús dejando atrás a su padre y a su madre descuidados y tranquilos como de costumbre… Subió el autobús movido en poder llegar a Tánger antes posible, era un camino hacia una ciudad que lloraba y se quejaba, desconfiada en todo que pretendían los responsables cuando prometían. Se sintió Muha con mucha nostalgia para con Tánger como si fuera el lugar de su nacimiento o uno que llevaba mucho tiempo viviendo en ella. Iba el muchacho mirando a través de los cristales de las ventanas los movimientos del tráfico ignorando por completo el bello paisaje de la naturaleza de su pueblo y las bellas vistas de sus terrenos. Tampoco se sintió atraído cuando vio a unos chicos que se dirigían a los terrenos donde había árboles de plátano y a donde trabajaban a cambio veinte Dirhams desde el amanecer hasta la puesta del sol. Eran unos críos que se aprovechaban de ellos unos propietarios quitándoles sus propias tierras de forma aberrante. Al acercarse el autobús a Tánger, empezó Muha a ver las aguas de mar azul, intentaba mirar mas lejos posible procurando ver de cerca la otra orilla pero sin éxito, lo intentaba una y otra vez sin moverse de su asiento, girando su cuello en busca del océano con mucha vehemencia hasta que sintió algo que nunca había sentido, invadido por disfrutar del mar con sus aguas y su cielo sin tener el gusto de divisar el otro lado. Con sus movimientos bruscos hizo que otros viajeros se impacientaban, quejándose de que entraba mucho sol a través de las ventanas por culpa de que Muha Había quitado las cortinas. Entraban unos rayos de sol dorados que apuntaban hacia el poniente. Piso Muha las tierras de Tánger en la estación de autobuses, llego a una ciudad muy antigua que le puso el nombre» El Corán solemne”, una ciudad que dominaba a dos mares, un sitio que se fue testigo de la llegada de Musa y de grandes creyentes que eligieron como base el pueblo de Agla en la cima del mirador de Rmilat. Abandono el autobús sin saber a donde podía dirigirse, quería llegar la ciudad pero, ignoraba el camino, luego se dirigió a la sala de espera donde de repente fue sorprendido por un grupo de personas que estaban alrededor de un autocar que portaba unos números extranjeros y que hacia el trayecto entre Casablanca y Bruselas desde el puerto de Tánger y era conducido por un tal» rubio”, Tayeb. Pudo ver como le gente se agachaba señal de que buscaban algo, o algún accidente debajo del autocar. Acudió Muha corriendo sin poder averiguar nada, sin embargo, unos minutos después, vio como unos empleados de la estación llamaban para que alguien saliera de debajo del autobús, oyó la llamada pero no podía ver al llamado. De repente, se entero de que en los bajos había un chaval escondido que intentaba abandonar su país Marruecos, quería inmigrar de forma secreta utilizando el autocar como medio. No entendió Muha lo que pasaba a causa de su ignorancia, y después de unos instantes y en medio del alboroto, llego un hombre de facciones delgadas, vestido con un traje elegante y tenia una corbata tipo Tetuán, se acerco a donde estaba el autobús al momento que todos los presentes empezaron a hacerle reverencias en señal de respeto y a obedecerle en todo que él ordenaba. El hombre tenia un remedio mágico para el problema aunque fuera del tamaño de un pelo o de una montaña, siempre le encontraba su solución. Saco un frasco que Muha pensaba que lo había comprado para su casa y al llegar al sitio, metió el frasco por las ruedas delanteras, después empezó a echar unos líquidos en el lugar donde se suponía que estaba el muchacho escondido como si de un mosquito se tratase. A raíz de recibir aquel líquido de forma abundante, empezó el muchacho a pedir auxilios en señal de estar arrepentido en el momento que ya no podía resistir más, faltándole la respiración. Tras el mal trago que tuvo que soportar, salio de donde estaba invadido por la asfixia. A todos los presentes les pareció un crió con un aspecto muy sucio y asustado, sobre todo cuando se vio acorralado por tanta gente que le rodeaba. No tardo el vigilante de la estación en cogerlo de la mano para entregarlo a la policía. Fue conducido ante la autoridad como de un criminal se tratara, cuando no era, sino, una victima de la santísima que había. Se quedo Muha estático y sorprendido por el acontecimiento hasta el punto de olvidarse de su asunto y el motivo por el cual había venido a Tánger. Salio de la estación de los autobuses sin poder quitar de encima el panorama que para él fue una buena lección sobre la inmigración secreta. Estuvo Muha caminando y sin que tuviera un rumbo claro por las avenidas y las calles de Tánger; sorprendido por los edificios y atraído por sus arquitectura inventada por unos ingenieros jóvenes, sin llegar a entender de que aquellos edificios se construyeron en el lugar que podría haber sido una zona verde. No sentía Muha ninguna añoranza por ser natural de un lugar donde su cielo era de los más limpios, y de pocos edificios. Sin darse cuenta, se vio por casualidad en la entrada del puerto donde se notaba una buena presencia policial que impedía la entrada a algunas personas y que la permitía a otras. Muha no podía
explicarse el por qué cuando unos minutos después se acerco para entrar, pero un policía le impidió el acceso. A Muha no le quedaba mas remedio que volverse atrás donde se aglomeraba unos jóvenes con las caras muy morenas. Al escuchar sus diálogos, se dio cuanta de que eran personas como él que intentaban inmigrar de forma secreta hacia España. Unos instantes después, pudo Muha descubrir que había otro movimiento mas allá de donde se hallaba; eran jóvenes que traficaban en cigarrillos americanos y whisky; éstos, no entraban por la puerta del puerto ni tampoco salían por la misma, sino, tenían que pasar por otro camino que daba al puerto. No tardó Muha en mezclarse con elles y una vez allí, y después de dar unos diez pasos, vio como un camión aparcado lleno de plantas y en su alrededor, había un grupo de personas, al llegar allí, constato que se trataba de un muchacho de corta edad que habían sacado de entre la carga y con ello, hacer esfumar sus sueños por lograr la otra orilla. Era un chico muy sucio y con una ropa manchada de líquidos que apestaban muchísimo, el panorama era idóneo para ser apto para filmar una película de terror o para unos animales imaginarios. Acto seguido, comenzaron a echarle mucho agua hasta que pudieron ver su cara y su aspecto con claridad. Abandono Muha aquella certidumbre para coger su camino, pero esta vez, se fue por el camino equivocado que llevaba a la zona franca del puerto. En aquellos momentos sus puertas estaban abiertas de par en par y con la presencia de una buena cantidad de chicas que no paraban de entrar y salir, señal de la hora del descanso. Muha pudo colarse mezclándose con los empleados y poder pasear un buen rato dentro del recinto sin poder saber donde estaba la salida ni por donde había entrado. Al salir de allí, constató que cerca de la fabrica Trojaco había un grupo de chicas que iban corriendo y gritando en dirección donde había un camión aparcado, y al llegar al lugar, empezaron a señalar a un deposito que tenia el camión remolcado. Cuando llego Muha, estuvo un rato sin poder ver nada, solo escuchaba unos gritos y padecimientos que provenían del interior del depósito. Al cabo de unos minutos, llegaron los gendarmes y algunos responsables municipales, todos ellos y sumando a la gente que había, no eran capaces de encontrar el remedio para el hombre atrapado. En medio del caos, empezaron a llamar por teléfono a todas las fábricas por si el conductor del camión estuviera allí para solucionar el problema. De repente, y en medio del alboroto se destaco la voz de un joven que les indicaba usar el extintor de oxigeno y abrir un agujero con un taladro para que el hombre pudiera respirar. Después de la operación, por fin, lograron abrir el depósito de acero y sacar de dentro a cuatro en vez de uno. A todos, los esposaron y después los condujeron a la comisaría a donde pudieron presenciar un acto de malos tratos a un inmigrante que estuvo viviendo en Holanda, aquel hombre, murió en la cárcel Satfilage de Tánger después de unos intentos de salir del país para buscar otra vida mejor, convencido de que volvería algún día a su país con la cabeza muy alta. Era su perseverancia en poder materializarlo todo a través de unas enormes esperanzas que podía tener cualquier inmigrante que intentaba cruzar. Se quedo Muha pensativo después de ver y presenciar aquellos acontecimientos, pero cauto en tenerlos en cuenta como lecciones gratuitas al mismo tiempo, hacerle bajar un poco la moral en el momento que empezó a sonar su estomago señal de que tenia hambre desde hacia bastantes horas, olvidándose que tenia que comer. Saco los cincuenta Dirhams que tenia aparte el billete, se fue a comprar. Pasaron dos meses desde que Muha abandono Rachidiya, pasaba las noches en los jardines públicos usando los cartones y cubriéndose con el cielo, y cuando se despertaba, se dedicaba a mendigar sacando muy poco para poder comprarse algo de comida, a menudo buscaba en la basura cogiendo de las sobras. Estuvo en aquella situación como si fuera un loco ignorando lo que era estar limpio, todos los que lo veían les daba asco, incluso, se alejaban de él de lo mal que olía. Tampoco pensaba a ir a bañarse en las aguas del mar, o al menos en una torreta popular. Le invadió el pesimismo y se adueño de él el aburrimiento, sobre todo, viendo como la gente lograba inmigrar de forma secreta por medio de las pateras, pero a cambio de dinero previamente pagado, pero qué dinero podía él tener? No pensaba ir a buscar trabajo en algunas asesoráis para poder ahorrar algún dinero y no hizo lo que otros hicieron cuando llegaron a Tánger a pesar de ser aprovechados, solo, pensaban tener alojamiento gratuito ahorrando su coste. No le quedo a Muha nada más que pensar que en volver a su patria Rachidiya, le vinieron los recuerdos de Tzelkik y Wayjdayd cuando le acompañaba su padre a Rachidiya, jugando en Arfud. No podía quitar de su memoria a Addaya, Arq Chibi, Arq Znaybi y Jdaydi, empezó a oler el aire del desierto de sus entrañas como si fuera algo guardado. Se volcó Muha en frecuentar la estación de autobuses, invirtiendo todo su tiempo con la esperanza de encontrar a alguien piadoso que pudría llevarlo a su ciudad, pasaba la mejor parte del tiempo sentado en la sala de espera pendiente de todo lo que pasaba y cuando llegaba la noche, veía movimientos extraños de todos que estaban allí, buscando alguna protección, o esperaban en poder abandonar Tánger de cualquier forma. Eran jóvenes que se les notaba que estaban muy perdidos y sus caras daban la impresión de tener una enorme maldición. En una noche, pudo Muha presenciar como echaba el mar a un cadáver de un inmigrante en la playa de Wed Aliyan; un cuerpo de un joven que acababa de entrar en la vida, no tenia mas ropa que el pantalón que llevaba puesto a causa del hinchamiento que sufrió su cuerpo, calzaba unas zapatillas deportivas donde figuraba el nombre» fuego”. Mientras Muha estuvo sentado al lado de un joven que leía la historia de “el signo de la perdición”,se sentó a su lado izquierdo un hombre de unos cuarenta años, y unos instantes después, saco un paquete de cigarrillos americanos le ofreció uno, luego empezó a leer su composición sobre los productos químicos que matan a los insectos. Pensó Muha en aquel hombre, sintiéndose inclinado hacia él sacando las conclusiones que aquel hombre podía ayudarle. La persona en cuestión no tardo en preguntarle a Muha por su nombre y su pueblo, luego, le hizo saber el nombre del lugar de su nacimiento. El hombre era de Tarudant, llevaba viviendo en Tánger desde hacia muchos anos y trabajaba en una villa como vigilante en la zona de Sidi Boukhari. Comunico Muha al hombre su deseo de volver a su pueblo y de tantos problemas que había pasado y padecido. El hombre después de asegurarle a Muha su fiel promesa, le pidió a que fuera con él a su casa para desembarazarse de la suciedad y poder descansar de tanto sufrimiento que había pasado, y también limpiar su cuerpo y luego, comer, beber y tener del hombre el precio prometido del billete de vuelta. Pero Muha, empezó a dudar en las pretensiones del hombre. Sin poder encontrar alguna habilidad para protegerse, acompañó al hombre a su casa donde paso la noche. Al día siguiente, Muha no abandono Tánger y sin que pudiera enterarse, se vio de nuevo en el mismo sitio y en el mismo asiento en la sala de espera de los autobuses y donde había conocido la noche anterior al hombre. Al tiempo que estuvo pensativo y triste, entro en la sala el mismo Tarudani con que paso la noche, pero, no se dirigió a donde estaba Muha sentado, sino, se fue con sus deseos en busca de otro joven de entre tantos que querían inmigrar de manera secreta, le vio haciendo con el muchacho el idéntico papel que hizo con él para llevarlo a su casa y al día siguiente, abandonar la villa y luego, Tánger. Se sintió Muha al final obligado a entregarse a los deseos del hombre, se fue con él a la villa donde paso la noche haciendo el papel de una mujer, luego, por la mañana, abandono Tánger rumbo a Rachidiya, maldiciendo y deseando que nadie supiera de su secreto…
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Patera Sin Rumbo
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Tuvo Said su juventud en la ciudad de Boulman, allí donde creció en medio de mas tierras llenas de verdor; aquellas tierras, pertenecían a unas personalidades del gobierno. Trabajaba Saidi en las tareas del campo lleno de energía y con ganas de cumplir con su deber de hacerlo todo a la perfección y dedicación que invitaban a la envidia. A través del tiempo Saidi se transformaba en un joven fuerte y robusto, a donde iba siempre, llamaba la atención por sus músculos a todos los que lo veían, llegando a provocar enormes fascinaciones a otros jóvenes. Saidi era un joven muy requerido por todos los propietarios de los terrenos agrarios, puesto que Saidi era servicial y obediente a la hora de trabajar. Cada vez que lo mandaban para desempeñar una tarea, Saidi cumplía con su deber. Todos reconocían su dedicación de forma evidente por eso, siempre recibía muchos elogios y felicitaciones de la gente. Saidi estaba dotado por Dios de dos cualidades: primero era un joven bello, y segundo, tenia un cuerpo lleno de fuerza, por lo cual, siempre atraía a todos los que se cruzaban con él en el camino o en su trabajo. Sin embargo, no tardaron los tiempos en llevar a Saidi hacia el pesimismo y el aburrimiento, eran tiempos que corrían con más prisa que la sangre en el cuerpo. Se esfumaban todas sus esperanzas y las esperanzas de otros jóvenes de otros pueblos y aldeas a causa del paro que los condeno a todos a no dar ni un golpe, de igual manera que cuando el viento levanta la tierra haciendo la girar a su merced... El pesimismo no tardo en adueñar se de todos los que habían obtenido sus diplomas y otros que ya contaban con su formación profesional, viendo como se iban nublándose poco a poco, incluso llego aquello a tocar a los médicos, a los ingenieros y también, a los literatos. Todo el mundo sentía una gran inquietud por como seria su porvenir, estaban inseguros en medio del drama y la falta de autoestima. Saidi se vio involucrado y metido de lleno en la miseria, que a causa de la cual, empezó a perder la confianza en su condición intelectual, maldiciendo todo lo que había logrado como reconocimiento a sus estudios. En el verano, solían aflorar mas los nervios, sobre todo, cuándo regresaban los que trabajaban en los países europeos. No obstante, en Europa también había gente que padecía del paro y la miseria a causa de los cuales, muchos optaron por recurrir al juego de azar y otros, hacían trabajos que no necesitaban del pudor ni del respeto, los practicaban tanto los hombres como las mujeres. Pero Saidi no era consciente y tampoco conocedor de aquellas prácticas, solamente estaba al tanto de lo más superficial como cuando regresaban los inmigrantes con sus ganancias y sus enseres que tanto Saidi deseaba tener... Al pasar las vacaciones del estío, todos los inmigrantes volvían a sus trabajos en Europa, luego llegaba al otoño y con él, Saidi pasaba más miseria, incluso, perdía su puesto de trabajo en el campo y no podía hacerlo sino de tarde en tarde. Un día, empezó a circular un rumor de transportar a la gente de forma secreta a España, aquello fue la antesala hacia el trafico de inmigrantes, que algunos traficantes llegaron a convencer a muchos jóvenes extendiéndose por las ciudades y pueblos, aprovechando se de los humildes hasta el punto de que Saidi se sintió atraído por el tema de cruzar el estrecho de forma secreta. Tuvo Saidi que ir a Tánger portando consigo algunas fotos guardadas en su menté, que de vez en cuando recordaba cuando se refugiaba en su soledad. Aquellas fotos, le visitaban en sus sueños para ser convertidos en sueños de sus esperanzas. No obstante, Saidi era incapaz de librarse del drama cuando se mezclaban sus sueños con su pensamiento cuando estaba despierto. Conoció Saidi a unos jóvenes de Cala Sraghna un día que paso por una fabrica “Sabrina”, otros eran de Mohammadia, Sidi Kacem y Konaitera, logrando ser amigo de uno de los vigilantes, también, había un intelectual tangerino de Dradeb que escribía poesías, historias y algunas películas. Trabajaba Saidi desempeñando las mismas tareas que sus amigos y compartiendo la misma mesa que su amigo el vigilante. Con el tiempo, logró Saidi conocer muy bien Tánger después de recorrer todas sus calles haciéndose amigo de un hombre que al paso del tiempo, ganó su confianza; los dos después de trabajar, se iban juntos a la playa en compañía de otros amigos que trabajaban en el mantenimiento de las playas de día y de noche en la temporada del verano. Algunos de ellos eran licenciados que no pudieron acceder a un puesto de trabajo a causa de la mala fama que tenían los tangerinos; culpándolos de unos vagos y de gente que no le gusta trabajar. Se volcó Saidi en ahorrar el dinero con el objetivo de poder inmigrar de forma secreta sintiéndose con mas fuerzas y mas preparado para poder realizar su hazaña. Tenía la sensación de tenerlo todo a su alcance cada vez que lo pensaba. Iba Saidi a Rmilat para contemplar de cerca Tarifa, donde podía ver con claridad pasar los coches y también, como vislumbraban sus luces en los montes de Al Andaluz, incluso podía ver las luces de la ciudad en un panorama sensacional, dando mas belleza por la noche reflejándose en las aguas del mar como si fueran unas llamas de fuego cayéndose en las aguas del mar del Mediterráneo sereno y llano que invitaba a ir a España. También, se veían unos barcos que venían del océano para después, cruzar las aguas del estrecho, así como otros barcos de pesca que echaban sus redes para faenar. A raíz de aquel paisaje, se sintió Saidi mas atraído que nunca por Tánger tomando se la decisión de quedarse en ella, después pensó en adquirir una vivienda de alquiler con el objetivo de tenerla con el tiempo como propiedad, puesto que si algún día le encartaría la ocasión de lograr cruzar el estrecho para trabajar en algún país de Europa, podría entonces traer a su familia de Boulman con la finalidad de pasar juntos las vacaciones de verano en Tánger cuando estuviera llena de turistas. Con su permanencia en Tánger, logró Saidi familiarizarse con su dialecto mezclado con palabras españolas, era una forma de hablar que los tangerinos cogieron de los españoles en la época del protectorado. Un día, salió una noticia que pudo Saidi enterarse del asesinato de un hombre por un policía, este fue condenado a doce años de cárcel por el juzgado de Tánger. Al día siguiente, se entero de que había jóvenes que pretendían inmigrar de forma secreta desde Casablanca, desde allí, pagaron la travesía para ser llevados a España, pero, fueron interceptados en un barco que transportaba los cítricos, en él, iban veintiún jóvenes. Desgraciadamente, todos fueron atrapados en el puerto y llevados al juzgado de Tánger. Otro día, fueron sorprendidos otros jóvenes metidos en otro barco que también venia desde Casablanca, esta vez, fueron localizados veinticinco personas que formaban dos grupos y ninguno de ellos superaba los veinte años. Estuvo Saidi al tanto de todas las noticias que trataban la inmigración ilegal, su amigo de la fabrica lo tenia muy informado, sin embarco, algunas eran muy dramáticas llegando a tocar su corazón. Pasaba el tiempo, pero las noticias no cesaban de producirse hasta el punto que Saidi las convertía en ultimas. Un día entro Saidi en una cafetería como de costumbre, se sentó junto a un grupo de jóvenes que dialogaban mientras veían un canal de televisión español en el momento que se daba una noticia en canal sur sobre la inmigración clandestina, todos se quedaron muy atentos, se les notaba que eran jóvenes que seguían de cerca todo lo que salía en los canales españoles, pasando de largo de ver el canal local marroquí, nunca pensaban sintonizarlo. Las noticias no paraban de salir, siempre había tema relacionado con el trafico de inmigración, como por ejemplo: las dos pateras que naufragaron en el estrecho y que las autoridades españolas mandaron dos helicópteros en busca de los supervivientes perdidos, haciendo balance de mil personas entre los que pudieron salvarse la vida en un ano cuando estuvieron al borde de la muerte. El asunto de la inmigración ilegal empezó a ser algo cotidiano, convirtiéndose en una practica muy normal a pesar del drama y las muertes. Sin embargo, Saidi no dejaba de interesarse por el tema, buscando las redes que traficaban con los inmigrantes para poder llegar a la otra orilla. Se intereso muchísimo en buscar alguna patera para lograr sus objetivos y sus esperanzas, dedicando todo su tiempo en frecuentar algunas cafeterías populares para preguntar, como el caso de una cafetería en Mércala situada en una bonita playa y descuidada al mismo tiempo, allí donde intentaba encontrar algún hilo por el cual podría lograr su finalidad. Tampoco dejaba de ir Saidi al puerto de Tánger para intentar encontrar un hueco. Allí donde se sorprendía viendo como unos jóvenes con un aspecto lamentable, todos tenían las caras quemadas de tanto exponerse al sol y de carecer de
injerir los líquidos, eran en definitiva, jóvenes que pasaban por la segunda etapa de sus vidas, eran casi unos niños que llenaban todos los rincones del puerto y que vivían de las limosnas o roba, dormían en cualquier sitio y sus ropas estaban muy sucias y con unos cuerpos muy flacos. Un día mientras Saidi pasaba por el puerto, vio como un camión de mercancías aparcado a la altura del dique para embarcar y junto a él, había cuatro jóvenes que intentaban salir de entre la carga, al instante que un policía preguntaba a uno de ellos de donde era, el muchacho no tardo en contestarle que era de Kasar El Kbir, luego le hizo otra pregunta si era casado, contestándole que tenia cuatro hijos. Pudo presenciar Saidi otro camión que transportaba la misma carga, en él, solo iban cuatro escondidos. Mientras estaba en el puerto, y después de enterarse del asunto de los camiones, como medio para alcanzar las tierras de España, pensó en ir a otra parte del puerto donde se subastaba el pescado para comprar un poco en el instante que escucho como una ambulancia llegaba, Saidi pensó en seguirla viendo como entraba a la zona franca del puerto, pero no tardo en ver a otra ambulancia que para el se trataba de algo importante. Al llegar allí, se dio cuenta del alcance del asunto cuando salio la ambulancia de la fabrica Trojaco pudo Saidi después enterarse de que el directo de la empresa había tenido un derrama celebrar. El hombre no resistió el golpe, falleció después de unas horas en el hospital Tingis y de allí, lo llevaron al depósito de cadáveres en Dock De Tovar. Al día siguiente, todos los empleados de la fábrica se fueron para darle el último adiós a su director. Salieron formando grupos, y después salio Zaquia en el momento que estaba Saidi en aquel lugar, donde los dos se conocieron, elle era de Sidi Kasem. Zaquia tenía como finalidad construir junto a Saidi un mejor futuro para poder realizar sus sueños hacia el matrimonio feliz. El trabajo de Zaquia era únicamente un instrumento y un medio para ayudar a sus padres y a sus hermanos. Después del saludo, pidió Zaquia a Saidi a que la acompañara. Entro Saidi al deposito de cadáveres acompañado por su comprometida, pero, no pudo aguantar, sintiéndose como su cabeza le daba vueltas hasta que se mareó El lugar prendía unos olores muy fuertes que venían de donde había unos cadáveres que no tuvieron ni mas mínimo cuidado ni respeto hacia ellos. Pudo Saidi contemplar a siete cuerpos y que uno de ellos llevaba un traje y una corbata, los cuales pertenecían al director de la fabrica Trojaco, a su lado, yacía el cuerpo de una mujer y otros cinco cuerpos eran varones, todos fueron encontrados en la playa de Sidi Kasem, cerca del cabo Spartel. Los echo el mar después de ahogarse y antes de que pudieran lograr sus sueños cruzando el estrecho. Todos estaban cubiertos de arena y sus caras tenían un aspecto de haber sufrido y padecido mucho dolor, sabe dios cuanto sufrimiento tuvieron que aguantar antes de morir tragándose el agua del mar llenándoles sus pulmones hasta que les corto la respiración. Aquello, hizo que Saidi se fuera con su pensamiento imaginando la realidad de aquellos que intentaban cruzar de forma ilegal. Pero, al volverse en si, se encontró de nuevo ante el drama de unos cuerpos inertes, qué el único que podían dar era mucha pena. De repente, oyó Saidi como gritaban todos los que estaban presentes, porque no pudieron creer que su director podía llegar a aquella situación en que se encontraba. Pasados unos momentos, lo metieron en una caja para llevarlo al cementerio. Salio Saidi de aquel lugar dejando atrás cadáveres de unos inmigrantes que tampoco tuvieron un buen trato ni un cuidado digno. A pesar de todo, SAIDI se volcó en ahorrar dinero hasta que pudo sumar una cantidad muy importante para él, era un tesoro. No paro en insistir en encontrar a alguien para llevarlo a España hasta que lo hallo y sin perder el tiempo, le concretaron una cita en una noche muy oscura y en un lugar maldito donde no había sino, muchos militares que vigilaban las costas. Llego la hora de partir desde un lugar que antiguamente era una cantera en la época cuando Tánger era internacional. Iban unos jóvenes con un aspecto descuidado pasando junto a la cantera acompañados por dos militares camino a donde estaba la patera que aun estaba fuera el agua y a unos pocos metros había otra de tamaño bastante chico. No tardaron en empujarlas al agua mientras el dueño de la patera estaba ocupado en cortar una larga cuerda en unos trozos de dos metros para cada uno, Cuando todo estaba listo, el hombre empezó a atarles las manos detrás de sus espaldas al instante que les decía: he transportado a muchísimos inmigrantes, pero cuando llegaron a la tierra firme y segura, me maltrataron y me quitaron todo el dinero que antes me habían pagado. En la tarea también estaban ayudando los dos militares que se dedicaron a atar a los inocentes mientras hablaban de sus pueblos en Kaala Magona con el dueño de la patera, éste, les hablo de un tío suyo que aun seguía viviendo en Kaala, también le contó que llevaba poco tiempo en Tánger y como no encontraba un trabajo digno se dedico a traficar en inmigrantes de forma clandestinas. Empujaron a las dos pateras dentro del agua, se montaron todos atados a pesar de su negativa. Cogió la barca rumbo hacia el norte en un mar vació de cualquier pez a causa de las minas artesanales que mataban a todo lo que encontraban en el fondo del mar. Pasaron unas tres horas navegando sin que escucharan nada, solamente, oían el ruido del motor de la patera y algún pájaro. Fue una noche en que las estrellas brillaban como se fueran unos diamantes. Se fue la barca con ellos adentrándose en el mar del Mediterráneo hasta que lograron pasar las aguas provinciales españolas en el momento que Alronqui paro el motor de la patera, pero no paso ni un segundo empezaron todos los que iban a preguntar por el motivo de la parada. El dueño de la patera les respondió con el convencimiento de que ya habían llegado y de que se encontraban muy cerca de la costa, con un tono respetuoso, les pidió un poco de calma y que fueran cautos mientras cambiaba el motor de la patera a la chica. La operación se hizo en un punto donde no se podía ver absolutamente nada de tanta oscuridad. Todos los presentes miraban sorprendidos y sin reaccionar por culpa de que tenían las manos atadas. Alronqui pudo por fin arrancar el motor después de quitar la cuerda que la ataba a la grande, prendió la huida hacia el sur dejando a todos que iban con él abandonados y engañados encima de una patera improvista de motor. El mar estaba en aquellos momentos a punto de tener las marejadas, dándose cuenta todos de que el agua empezó a moverles la barca de manera notable, llevándola las olas con todo que flotaba hacia las costas para después de unos minutos fueron vistos por los guarda costas que no tardaron en salir en su encuentro en una barca neumática y con un motor muy potente. Una vez allí, ataron la patera para remolcarla con todos que iban en ella hacia el puerto de Algeciras y después de llevarlos ante el juez, les condujeron a un barco de pasajeros para ser devueltos a Tánger; el lugar que vio sus nacimientos... Todos se alegraron por salvarse la vida aceptando ser condenados que ser ahogados, tenían todos mas motivos de sacar el orgullo para poder seguir vivos después de estar al borde de la muerte... Salio Saidi después de cumplir su condena, pero, con mas problemas que antes, no tenia prácticamente nada para poder sobrevivir, encima que carecía de estudios y tampoco sabia de algún oficio. Empezó a verlo todo negro cayéndose en las depresiones y la tristeza. No paraba de buscar un puesto de trabajo en cualquier fabrica sin que tuviera éxito, a él le daba igual desempeñar un trabajo duro. Era la época cuando salio el tema de la lucha contra el trafico de drogas, puesto que todos los traficantes fueron arrestados por la policía antidroga y a raíz de aquellos acontecimientos, hubo una gran crisis en la construcción. En medio de tantos problemas, decidió Saidi en abandonar Tánger para ir a Boulman, su lugar de nacimiento... El tiempo hizo que Saidi se convirtiera en un vagabundo con un aspecto descuidado y sucio, era un joven que carecía de nutrición, iba perdiendo poco a poco el peso comparado a una flor que cuando marchita cambia de color y luego se seca. Todos los días iba a la estación de autobuses en busca de alguien que le pudiera ayudar a volver a su pueblo, pero nunca encontró esa ayuda. Todas las noches iba al centro de Tánger en busca de refugio para pasar la noche. Junto a los problemas y falta de cuidados, le cambio el color de su piel a causa de estar expuesto al sol y a los fríos, llego incluso a perder las ganas de veranear en Tánger hasta el punto que llego a tener pesadillas con el mar, no podía quitar de su pensamiento la imagen cuando flotaba con la patera sin rumbo y con las manos atadas. Aquellos pensamientos se convirtieron a una enfermedad síquica para el. Perdió Saidi las ganas de seguir viviendo convirtiendo en pesimista que pasaba hambre y sin ropa apenas, luego se enfermo a tal punto que le costaba
mantenerse de pie, también perdió el sentido de saber aguantar y el único que quería y deseaba era poder regresar a su pueblo.. Una mañana soleada, pudo Saidi mientras estaba sentado en la sala de espera de la estación de autobuses conocer a un hombre que era de Féz.Y después de una larga conversación, se fue con él a su piso que era de su propiedad, el hombre tenía el piso únicamente para pasar sus vacaciones de verano. Saidi fue para el hombre un auténtico huésped, le ofreció a que se bañara y después le dio comida y bebida, también le regalo unos trajes. Pasaron los dos juntos toda la noche disfrutando hasta que de repente le cambio la cara a Saidi y casi perdía los nervios, no era por culpa de lo que había sufrido antes sino eran unos nervios, no era por culpa de lo que había sufrido antes sino eran unos nervios derivados por el mal comportamiento del dueño del piso. La sorpresa fue cuando le pidió el hombre a que le consideraba como se fuese una mujer de tal manera que el hombre insistió hasta que logro su objetivo. Se vio Said obligado a aceptar la proposición del hombre imaginando como si estuviese al lado de Zaquia. Pasaron la noche juntos como de matrimonio se tratase y por la mañana muy temprano, al despertarse, abandono Saidi la cama con el peso del arrepentimiento que pasaba sobre su conciencia y que no podía quitar de su pensamiento hasta el punto de llego a desear la muerte en el mar del estrecho antes de seguir con el peso de sentir como Algo punzante se le clavaba en su alma…
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Encima Del Mediterráneo
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Ayyad era de Oujda, una región de del Norte de Marruecos; una de las ciudades más pobres a causa de la sequía que la azotaba de forma permanente. Pero, su juventud estaba llena de esperanzas, compartiendo su vida, intercambiando y colaborando con sus Hermanos en Argelia, a pesar de la separación que existía por culpa de las fronteras imaginarias que dejaron los colonos y luego reafirmadas por sus aliados. Oujda era una ciudad que vivía del tráfico de mercancías que estaba permitido por Dios y prohibido por sus creyentes; era una tierra que sufría de ese fenómeno para convertirse a través del tiempo en un medio para el soborno y el enchufismo, adquiriendo lo con el paso del tiempo grandes factores que después marcarían la marcha del pueblo a nivel social e intelectual. A pesar de aquellas fronteras, los dos pueblos se entendían a la perfección, incluso, era natural casarse y hermanarse de manera afectuosa, Se visitaban cruzando las fronteras cuando se les permitía, o a través de otros puntos marcados por una línea recta, ni siquiera eran reconocidas por sus dos estados. Aquellos pueblos compartían el tiempo que de forma unificada, salvo en el mes de Ramadan que siempre estaban en desacuerdo tanto para empezarlo como para terminarlo. Aquellas divergencias jamás encontraron el por qué, quizás, les interesaba a aquellos que se oponían a la unión de los pueblos. Creció Ayyad en esa ciudad tan miserable, pasando por su segunda etapa, lleno de esperanzas que sobrepasaban a su mente y su pensamiento que estaban cogidos por unos hilos que parecían unas telarañas. Vivía Ayyad de una forma tan pobre que no le importaba el paso del tiempo, pero, era un hombre muy disciplinado y sin embargo, carecía de ser alegre. A lo largo del tiempo y después de vivir su tercera etapa, empezó a sentirse presionado por su mala situación, dándose cuenta que de estaba peor que su en anterior situación. Ayyad era padre de una preciosa niña que le llenaba su vida; era para él como las llaves de las puertas hacia su esperanza y su amor. Estuvo Ayyad al tanto de todo que se tramaba a su alrededor, tanto social como intelectual, pero, sólo encontraba un entorno imaginario. Se juntaba Ayyad con gente que padecía del desempleo y que invertía su tiempo portando papeles donde figuraban escritos de imposible lectura en los cuales, se podía leer únicamente lo más destacado de sus titulares que decían:” lucharemos contra el paro, lucharemos contra la pobreza, lucharemos contra el analfabetismo y el subdesarrollo, lucharemos contra la sequía, lucharemos contra la inmigración clandestina, lucharemos contra la droga”… Ayyad era consciente de que todo aquello era un alivio para el pueblo que padecía de la pobreza y la perdición; un alivio hacia el deseo y la esperanza a pesar que todos sabían de ante mano que eran unas mentiras sacadas de los chistes de “Juha”. Al paso del tiempo, empezó Ayyad a `pensar en sí mismo dándose cuenta de que estaba al borde de verse con el ángel de la muerte, señal de que estaba viejo. No dejaba, no obstante de pensar en su hija y sus pobres padres en el mismo período en que no paraba de visitar las oficinas gubernamentales quejándose de los altísimos impuestos y también por falta de no encontrar un puesto de trabajo… No le quedó a Ayyad más remedio que seguir trabajando en el tráfico ilegal de mercancías, transportándolo desde Argelia a través de las inmensas y amplias tierras a lo largo y ancho de las fronteras, aguantando y sufriendo por su lucha a pesar de los terribles acontecimientos derivados de la guerra civil que azotaba Argelia, en donde y de forma clara, se practicaban todo tipo de asesinatos y arrebatos en ambiente dramático y hostil. Hizo el destino que Ayyad presenciara tremendas operaciones terroristas que nunca fueron asumidos por los islamistas. Fue también testigo de cómo se cortaban las cabezas y se rajaban los cuerpos usando las armas blancas. Por causa de la guerra, civil, todos los argelinos tuvieron que padecer en sus propias carnes el horror y el desorden haciendo extender el miedo y el terror por todas partes. En medio de aquel panorama, sólo se veían pancartas, en las cuales, se leían símbolos de la muerte que transmitían los militares de cada bando. A raíz de aquellos acontecimientos, se quedó Ayyad parado, pasando por la más absoluta pobreza que a través del tiempo, fue obligado a dejar su ciudad Oujda para inmigrar a otro lugar del norte de Marruecos. No tardó en coger el rumbo hacia Tánger, donde podía contemplar de cerca a Tarifa y Gibraltar con el deseo de cambiar su vida rutinaria por otra diferente... Una vez en Tánger, empezó a vagabundear por sus aceras y sus jardines públicos, paseando en sus avenidas y sus calles sin poder descansar ni dar la importancia si era de noche o de día, solamente se paraba a dormir cuando se sentía obligado a ello, se acostaba en cualquier rincón en el momento que le vencía el sueño… Sin embargo, y después de aquella situación, pudo conocer a un vigilante del mercado de Dradeb, donde acudían los vendedores todos los jueves y los domingos de cada semana, Su trabajo consistía en velar por el zoco y limpiarlo sin cobrar a cambio ni un Dirham, únicamente, era para poder coger algunas sobras de las frutas. En el mercado, también se vendía: el pescado, las carnes, las legumbres, las ropas y los pollos. El destino hizo que Ayyad pasase por el lugar al regresar de Merkala para coger alguna naranja podrida o algún trozo de pan seco abandonado por allí, en el momento en que le llamó el vigilante; un hombre respetuoso y de mucha educación, pidiéndole que le esperara mientras terminaba de limpiar. Al cabo de un instante, se fueron los dos al puesto que tenía el hombre como una vivienda, una vez allí, sacó el vigilante alguna comida convidando a Ayyad a comer mientras le preguntaba por su situación. Al final, convenció el vigilante a Ayyad para que se quedase a dormir. Se sintió Ayyad impresionado, era un sentir que tiene un hijo para con su padre. Con alegría, se volcó Ayyad ayudando a su amigo en cada dos días de la semana, y en los días restantes, los pasaba vagabundeando por las calles de Tánger, o dándose vueltas en busca de algún trabajo, o algún hueco para poder llegar a la península Ibérica. Pasaron decenas de semanas sin que Ayyad pudiera ver una sola moneda, parecía como si el Dirham fuese su enemigo. Al menos, Ayyad logró juntarse con unos amigos del vigilante que pasaba las noches escuchando sus conversaciones que a menudo sacaba provecho para enterarse de muchas cosas que ignoraba, ellos también, disfrutaban en su compañía. Se enteró Ayyad al paso del tiempo que existía una red de tráfico de inmigrantes, pero de forma periódica y en los momentos de pura necesidad, o cuando se quedaban parados. Todos aquellos, eran pescadores de flotas artesanales que no aguantaban las corrientes del estrecho, solamente salían a faenar cuando lo permitía el tiempo y el mar, sin embargo, no era un medio de vida para ellos, solían evocar los tiempos de antaño cuando transportaban decenas de inmigrantes allá en la década de los sesenta cuando apenas se veían los militares en las costas, eran entonces, los jóvenes de Jamaa Makraa, Dradeb, Ayn Hayani ajmaa y Mostarjouch que frecuentaban las playas de Mérkala todos los días del verano para subir a las pateras y navegar en busca del disfrute, incluso, se permitían el lujo de lograr las costas de Tarifa para después volver a Tánger sin que tuvieran ningún tipo de problemas por ello. Tal vez, en aquellos tiempos todavía no existía el pensamiento de inmigrar de forma ilegal a España. Casi todos los jóvenes y algunos adultos tangerinos de la época rechazaban cualquier contacto con los españoles y solían llamarlos “hijos de traperos”. Sintió Ayyad una gran alegría al ofrecerle sus amigos la oportunidad de cruzar de forma ilegal a España, de tal manera que tuvo que cortar a sus amigos impidiendo que terminasen de exponer sus ideas. De repente, cambió el humor a Ayyad recordando sin parar un dicho que decía:” la barriga llena jamás se acuerda de la barriga hambrienta“, era un dicho que sólo estaba para él en la boca de la gente de palabra. Le concertaron a Ayyad una cita en una playa abandonada; un lugar muy pequeño a donde iban los jóvenes de Jamaa, Mérkala y Maadnos a menudo, era un sitio que fue abandonado a raíz de la erosión de sus rocas que con el tiempo, se convirtió en un lugar de complicado acceso,. Cuentan que antiguamente, había un puente se construyó en la época de la colonia española, luego, poco a poco, fue destruido y descuidado por los responsables gubernamentales, hasta que dejó de existir. Se montó Ayyad en una pequeña embarcación que tenía una capacidad para seis personas, la metieron en el mar después de llevarla a cuestas y ponerle un motor algo viejo, pero, podía servir, usando unos remos en caso de avería. Pasaron por Aladwiyin zarpando en un mar sereno y bajo un cielo despejado. Todos
Sintieron una brisa suave en sus caras en el momento que brillaban unas estrellas parecidas a unos racimos de uva, dándoles la bienvenida y recordándoles aquella aventura a del la legendario Tarik Ibn Ziyad y sus tropas. A sus oídos, llegaban de vez en cuando unas voces que no lograban entender mientras iba la patera abriendo camino en medio del agua de forma sutil. A todos los que iban en la barca, se les notaba algo alegres, silenciosos y serenos, contemplando como la patera se adentraba poco a poco en el Mediterráneo, cuando de repente, se dieron cuenta cómo una embarcación se acercaba a ellos hasta llegar a situarse encima de ellos, provocando grandes olas, y a causa de las cuales, perdieron la tranquilidad, al tiempo que perdieron el equilibrio de la patera. Fue una situación de mucha tensión y de gran susto para Ayyad, era casi un desastre si la patera hubiese chocado contra una gran embarcación, era comparado con un bebé encaramado a su madre. Después del susto continuaron su rumbo en aguas internacionales, cuando de nuevo vieron como pasaba cerca de ellos otro barco de gran tonelaje que los puso en apuros e intranquilos; era un petrolero gigante que se dirigía al Mar Negro cuya potencia provocó unas enormes olas, y que la patera no podía aguantar, causado su vuelco y el naufragio de los que iban en ella. Se cayeron todos al agua en cuestión de segundos. Empezó Ayyad después de un rato de alboroto a llamar a sus compañeros para que volvieran a la patera nadando en el momento que pudo recuperar la barca. Estuvo a punto de ir la patera al fondo del mar si no fuera porque Ayyad y sus amigos reaccionaron a tiempo y de manera valiente, primero, los jóvenes salvaron a Ayyad porque casi se ahogaba, aguantando su cuerpo mientras uno de ellos agarraba la patera, luego, la vació por dentro con una palangana que tenían colgada de la madera, hasta que se equilibró, pudiendo después subir y continuar su viaje. Se dejó Ayyad llevar por su mente haciéndose preso de su pensamiento sin saber a qué tenía que obedecer, estaba ocupado por otros mundos, llenos de aromas y de estupendos aires perfumados que Dios quiso que los disfrutara, al instante que escuchó como le llamaba su amigo Arbi cuando la patera estuvo a punto de tocar las rocas de Tarifa. Miró Ayyad quedándose asombrado por contemplar de cerca los montes de Tarifa y disfrutar de su bella naturaleza, era incapaz de abandonar la patera y pisar tierra, tuvo que llamarle de nuevo el Arbi para que abandonase la barca cuando le dijo: esto es España, es Tarifa, ¿bájate y vete a esconderte? Pisó Ayyad las tierras de Tarifa al instante que la patera volvía a donde había partido, viendo como sus amigos se alejaran después de recibir de ellos una gran ayuda, simplemente, querían ayudarle, y al mismo tiempo, disfrutar del viaje. Estuvo Ayyad caminando, entrándose en sus bosques llenos de árboles y de enormes rocas hasta que halló un sitio que tenía pinta de haber sido un escondite particular de los inmigrantes. Era un lugar perfecto para no ser visto y en el cual, descansar un rato se sintió Ayyad con unas enormes ganas de dormir y vencido por el sueño, se durmió. Después de largo sueño, se despertó Ayyad y al rato, salió de su escondite, desconociendo qué camino tenía que coger y a dónde tenía que ir. Su deseo era no toparse con alguien que le pudiera delatar a la guardia civil, en definitiva, buscaba un medio para llegar a la ciudad aunque fuera por medio de autostop. En el instante que Ayyad iba despierto y cauto en su camino, fue visto por dos guardias que estaban en misión de vigilar las costas, y que en ese instante, hacían unas rondas rutinarias. Al percatar Ayyad el peligro, empezó a correr sin que supiera a dónde dirigirse, corría y corría, pero, a dónde. En cuestión de segundos, iban llegando más y más guardias, que dos de ellos le siguieron hasta que se acercaron a él, gritaron: ¡Alto, alto!... pero Ayyad no paró por falta de no entender su idioma, siguió su huida con un gran susto en el cuerpo. Se cansaron de perseguirle los dos guardias que al final optaron por usar las armas como último recurso. Le pegaron dos tiros, uno en el cuello y otro en la espalda. Cayó Ayyad malherido víctima de su inocencia y presa de aquellos guardias que ni siquiera se molestaron en preocuparse por su estado, simplemente, lo dejaron desangrar Poco a poco asegurando de que ya había muerto. Murió Ayyad en las tierras de sus abuelos y allí, lo enterraron, quedándose para siempre en el Andaluz de sus antepasados, contemplando los monumentos de aquellos andalusíes que murieron de forma natural, o cuando tuvieron que dar sus vidas para conquistarla. Allí quedó su alma y allí donde se esfumaron sus esperanzas y sus sueños... Dejó Ayyad a una viuda esperando su regreso, la dejó pidiendo por él en su ausencia, también, dejó a una preciosa niña que se llamaba Igual Que “Imán Hijo”, la abandonó cuando aún no sabía pronunciar las letras y las frases. Sin embargo, llegó a pronunciar al menos la palabra: papá. Imán no dejaba de repetir en su lengua y en cada momento la palabra: papá… papá..
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Información Sobre El Escritor Al Mamdari:
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Mohammed Mohammed Bakkach Literario, investigador y Periodista. Nació En Tánger En 1954. Fue director y Editor Presidente De La Revista: ALJYRA. Presidente Del Oficina Cultural En La Revista: ALMOHAAJIR Y En El Periódico: LA VOZ DEL MOHAAJIR. Conferenciado En Brusela, Granada, Y Tánger… Preparador Y Programador De Los Programas: ADABIAT Y El Mundo De La Mujer En La Radio MEDI1 En Bruselas. Profesor En La Madraza Árabe En Brusela. Comendador Político En La Radio Cultura3 En Bruselas. Ganó Un Premio De Prensa Del Periódico Mundial ACHARQALAWSAT En 1988. Ganó Un Premio Por Una Historia Corta En El MERBAD En 2006. Ganó Un Premio De La Editora NAJI NOMAAN En Líbano En 2007. Publica En Los Periódicos: CHARQALAWSAT,SIASA,HAYAT JADIDA,HAKK EL AWDA, AL ALAM, AL BAYAN, AL MITHAK WATANI, ACHAMAL, SABAHALWAOUM etc. Publica En Las Revistas: ANAAKID, AL MUHAAJIR etc.
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Sus Libros Publicados Son
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(1) Taiat Al Intimada (Poesías) Primera Edición En Árabe 1998, La Secunda En 2002.
(2) Las Palabras De Oro (sabidurías) Primera Edición En 1998, La Secunda En 1999.
(3) El Gobierno De Los Ratones (Historia Corta Con Caricaturas Para Los Niños) Primera Edición En 1998.
(4) El Gallo Seleccionado (Historia Corta Con Caricaturas para Los Niños) Primera Edición En 1998.
(5) La Inmigración Clandestina (Historias Cortas) Primera Edición En 1998. La Secunda Edición En 2003.
(6) La Intifada De Los Hambrientos (Novela) Primera Edición En 1999.
(7) El Pensamiento Con Textos (Investigación Académica) Primera Edición En 1999.
(8) La Figura Del Mundo En El Siglo 21(Estudios Financieros, Económicos, Y Políticos) Primera Edición En 2002.
(9) Información Y Naturaleza, Primera Edición 2001.
(10) La Uqsusa Sahafia. Primera Edición En Granada En 2002.
(11) Las Noches Sin Ropa (Historias Cortas De La Literatura Mamdarie) Primera Edición En 2008.
(12) Las Sombras Del Infantil (Historias Cortas De La Literatura Mamdari) Primera Edición En 2009.
(13) Tánger Isla (Novela De La Literatura Mamdarie) Primera Edición En 2009.
(14) Mujeres Utilizadas (Novela De La Literatura Mamdarie) Primera Edición En 2010.
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Site:
www.tanjaljazira.com
www.bakkach.c.la
www.aljyra.c.la
Email:
Mohammed_bakkac_(at)_hotmail.com
Asociacion.aljyra_(at)_hotmail.com
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Dirección:
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